NUEVA YORK.- El Continente Americano ha sufrido un “alarmante retroceso” en el respeto a los derechos humanos en los últimos años, por lo que este tema debe ser una prioridad en la declaración final de la VIII Cumbre de las Américas, pidió Amnistía Internacional (AI).
En una carta abierta emitida en la víspera de la Cumbre de las Américas, que se realizará en Lima, Perú, este viernes y sábado, el organismo de defensa de los derechos humanos instó a abordar desde las políticas discriminatorias impulsadas por el gobierno de Donald Trump, hasta la represión violenta en Honduras y Venezuela.
La directora de AI para este continente, Erika Guevara-Rosas, aseguró que frente a una creciente satanización de comunidades en riesgo y de los defensores de los derechos humanos, los líderes regionales deben tomar medidas urgentes para proteger los derechos de todos.
“América ha sufrido un alarmante retroceso contra los derechos humanos en los últimos años”, expresó Guevara-Rosas.
Añadió que no defender los derechos de las poblaciones de América “en este momento crítico pondría millones de vidas en grave peligro”.
La misiva identificó los desafíos más urgentes que enfrenta la región, que incluyen la crisis de refugiados en Venezuela y América Central; la retórica regresiva con respecto a los derechos humanos; dificultades para acceder a la justicia y luchar contra la impunidad.
La carta también destacó los desafíos regionales en torno a los derechos de los pueblos indígenas; género e igualdad sexual; los ataques contra los defensores de los derechos humanos y el uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes entre los problemas más apremiantes en las Américas.
El texto asentó que esta violencia se ve alimentada por la proliferación de armas ilegales y por el crecimiento de la influencia y presencia de grupos del crimen organizado.
Indicó que muchos Estados continúan recurriendo a tácticas represivas, incluidos el uso indebido de las fuerzas de seguridad y de los sistemas de justicia para silenciar la disidencia y las críticas, permitiendo que se deje en la impunidad el uso generalizado de la tortura y otros malos tratos.
Apuntó que estos gobiernos operan en un contexto de desigualdad, pobreza y discriminación muchas veces sostenida por la corrupción y por la falta de rendición de cuentas.
Respecto a Estados Unidos, la carta estableció que el gobierno del presidente Trump ha puesto de manifiesto su retórica antiderechos, a favor de la discriminación y la xenofobia, lo que amenaza los derechos humanos de millones de personas.
Declaró que la reducción del límite anual de admisión de asilo a 45 mil personas en medio de una crisis global de refugiados, tiene un efecto devastador sobre centroamericanos, mexicanos, y personas de la región que buscan protección debido a la violencia en sus países.
DPC