FOTO: Reuters El Pontífice recibió un informe del arzobispo maltés Charles J. Scicluna, que viajó a Chile para atender a los testimonios de las presuntas víctimas de los abusos, tras lo cual envió la misiva a los obispos chilenos, difundida ayer  

CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco reconoció ayer que se equivocó con el caso de presunto encubrimiento de abusos sexuales del que está acusado el obispo chileno Juan Barros y que le han hecho sentir “dolor y vergüenza”.

“En lo que me toca, reconozco y así quiero que lo transmitan fielmente, que he incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada”, señala en una carta, difundida ayer, dirigida a los obispos chilenos, a los que convocó para analizar la situación.

Juan Barros, nombrado obispo en marzo de 2015 por el papa Francisco, fue acusado en Chile de encubrir los casos de abusos sexuales cometidos presuntamente por Fernando Karadima cuando éste era párroco de la iglesia de El Bosque, en la capital, Santiago.

El pontífice expresó su apoyo a Barros durante su visita a Chile en enero pasado y calificó las acusaciones contra el obispo de “calumnias” pues, indicó, no existe “una sola prueba en su contra”, porteriormente se disculpó por sus declaraciones que suscitaron gran polémica y ofreció investigar.

El Pontífice recibió un informe del arzobispo maltés Charles J. Scicluna, que viajó a Chile para atender a los testimonios de las presuntas víctimas de los abusos, tras lo cual envió la misiva a los obispos chilenos, difundida ayer.

“Ahora, tras una lectura pausada de las actas de dicha ‘misión especial’, creo poder afirmar que todos los testimonios recogidos en ellas hablan en modo descarnado, sin aditivos ni edulcorantes, de muchas vidas crucificadas y les confieso que ello me causa dolor y vergüenza”, subraya el pontífice argentino.

Por ello, con el informe que recopila 64 testimonios recogidos tanto en Santiago de Chile como en Nueva York, el papa pidió “la colaboración y asistencia” del clero chileno “en el discernimiento de las medidas que a corto, medio y largo plazo deberán ser adoptadas para restablecer la comunión eclesial” en el país.

Para ello avanzó su intención de convocar al clero chileno a Roma “para dialogar sobre las conclusiones de la mencionada visita” y sobre las suyas propias.

 

JNO