Con eso de que Andrés Manuel López Obrador ya se siente Presidente de México por la ventaja que le conceden las encuestas, bien harían las empresas que realizan los sondeos de opinión en precisar sus números y escenarios.
López Obrador toma como ciertas las encuestas que le conceden hasta 20 puntos de ventaja sobre el segundo lugar, pero las que lo ubican a seis o siete puntos las descalifica.
Porque, según él, el pueblo bueno no se equivoca, y poco a poco se le van sumando más fieles.
La verdad es que tanto los fanáticos del tabasqueño como sus detractores olvidan la advertencia que desde hace un tiempo hacen los encuestadores: los sondeos son una fotografía del momento.
Para el hijo consentido de Macuspana, con una ventaja de 20 puntos porcentuales, “sólo con un fraude’’ evitarían que ganara la Presidencia.
Y así lo creen sus fanáticos que -contrario a la prédica de amor y paz que desde hace rato nos receta López Obrador- agreden, ofenden, hostigan y amenazan a todo aquel que no concuerde con su líder.
Vaya paradoja.
Mientras su profeta predica amor y paz, sus fieles son feroces con quienes no opinan igual que ellos.
Seguro que el dueño de Morena no sabe, porque no son pocos los que se lo han dicho, pero él no ha querido hacer un llamado a la “serenidad’’, como lo recomienda a sus adversarios políticos.
Ése es el tigre del que habla el tabasqueño; aquéllos que se creen la ventaja de 20 puntos y que creen inalcanzable en los poco más de 80 días que faltan para la elección.
La ventaja es cierta; el porcentaje quién sabe, pero no estaría por demás que el candidato presidencial puntero llamara a la serenidad a sus fieles, dispuestos a devorar a sus detractores.
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Pues resulta que la Sala Regional Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) resolvió que la PGR utilizó indebidamente recursos públicos para dañar la imagen de Ricardo Anaya.
Como usted recordará, la PGR filtró a los medios el video en el que aparece Anaya junto a Diego Fernández de Cevallos, Dante Delgado, Manuel Granados y otros personajes, cuando acudió a las instalaciones de la Procuraduría a solicitar un informe sobre su situación legal por el famoso caso de la nave industrial.
El video sirvió para evidenciar a Anaya, quien supuestamente llamó “hijo de puta’’ a un funcionario de la dependencia.
El PAN presentó una queja que fue resuelta ayer por la Sala Regional que reconoció un exceso de la PGR y ordenó sancionar al titular de la SEIDO, Israel Lira Salas, y al director de Comunicación Social de la Procuraduría, Rafael Lugo, pese a que la demanda iba dirigida en contra de Alberto Elías Beltrán, quien no fue sancionado.
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El diputado federal del PRI, Edgar Castillo Martínez, se separó del cargo para asumir la dirección de la CNC en el Estado de México, debido al avance de los candidatos de Morena.
En contraparte, Ricardo Aguilar Castillo -ex líder del PRI en el Estado de México y ahora candidato a diputado fedeal por el Distrito I que comprende los municipios de Acambay, Aculco, Polotitlán, Soyaniquilpan, Temascalcingo, Chapa de Mota, Villa del Carbón, Morelos y Jilotepec- suspendió sus actos de campaña luego de que se le relacionó en una columna política en un escándalo que lo involucra en un posible manejo irregular de tres mil 500 millones de pesos en la Sagarpa, en donde ocupó el cargo de subsecretario de Competitividad.
El miércoles estuvo ausente en la gira que realizó el candidato al Senado, César Camacho Quiroz, en su visita a Temascalcingo.
Contrastes, nada más.