El Consejo de Seguridad de la ONU analizó hoy la situación en Siria, por quinta vez esta semana, pero como en las ocasiones anteriores la reunión acabó sin acuerdos y dejó claras las profundas divisiones entre EEUU y Rusia.

 

Las reuniones, cuatro de ellas públicas y otra a puerta cerrada, tuvieron lugar para intentar buscar una respuesta conjunta ante las denuncias del uso de armas químicas, el pasado 7 de abril, en la localidad siria de Duma.

 

No hubo ningún acuerdo en estas citas sino que, muy al contrario, el Consejo de Seguridad, corazón de la diplomacia mundial para buscar la paz, fue escenario de múltiples muestras de provocaciones bélicas con la excusa del conflicto sirio.

 

El pasado lunes, la embajadora estadounidense, Nikki Haley, afirmó que su país respondería al supuesto ataque químico en Duma con o sin el apoyo del Consejo de Seguridad.

 

Al día siguiente, el consejo rechazó tres resoluciones sobre el caso, y en esa reunión el embajador ruso ante Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, advirtió del riesgo de una “guerra” entre su país y Estados Unidos si Washington lanzaba un ataque contra Siria.

 

Hubo aún otras dos reuniones, una el jueves, a puerta cerrada, y otra el viernes, ya abierta, en ambos casos sin que hubiera señales claras de que el Consejo de Seguridad pudiera cerrar acuerdos para evitar una escalada de la tensión si Estados Unidos cumplía sus amenazas.

 

Esa acción armada se llevó a cabo en las últimas horas, liderada por Estados Unidos y con el apoyo del Reino Unido y Francia, y tuvo como objetivo el “corazón” del programa de armas químicas de Siria, según el Pentágono.

 

De nuevo hoy, el consejo fue convocado de urgencia a raíz de este ataque, en medio de la advertencia hecha el viernes por el secretario general de la ONU, António Guterres, de que “la Guerra Fría ha vuelto” por las profundas diferencias de las dos potencias mundiales.

 

Guterres lo reiteró hoy, cuando hizo un llamamiento a todos los estados miembros de la ONU “para que muestren moderación en estas peligrosas circunstancias”.

 

“La situación en Siria -recalcó- representa hoy en día la amenaza más seria contra la paz y la seguridad internacionales”.

 

En la sesión de este sábado, Estados Unidos renovó sus amenazas y advirtió que si el régimen de Bachar al Asad vuelve a usar armas químicas, como viene denunciando Washington, tiene sus propias armas “preparadas y cargadas” para disparar de nuevo.

 

Así se lo dijo a Haley el presidente estadounidense, Donald Trump, cuando hablaron hoy sobre el caso de Siria. La embajadora aseguró que “cuando el presidente dibuja una línea roja, hace que se cumpla”.

 

Rusia, por su parte, acusó a Estados Unidos y sus aliados de “pisotear” la Carta de Naciones Unidas y el derecho internacional por la acción armada de las últimas horas, anunciada con argumentos legales que Moscú cree son “vergonzosos”.

 

“Es vergonzoso que para ejecutar una agresión (a otro país) se invoque un artículo de la Constitución de Estados Unidos”, afirmó en la reunión de hoy el embajador ruso ante la ONU.

 

Nebenzia se refería a palabras del secretario de Defensa de EE.UU., James Mattis, que al dar detalles del ataque poco después de lanzarlo invocó el artículo 2 de la Constitución de su país, que permite “el uso de fuerzas militares fuera del país para defender importantes intereses nacionales estadounidenses”.

 

“Estados Unidos tiene un interés nacional importante para evitar el empeoramiento de la catástrofe en Siria, y específicamente para detener el uso y proliferación de armas químicas”, afirmó el jefe del Pentágono.

 

Las gestiones de la ONU no se han acabado, en principio, ya que Francia anunció su intención de preparar un borrador de resolución sobre el caso, para exigir el final del programa de armas químicas en Siria, promover el cese al fuego e impulsar una solución política a la guerra que comenzó en ese país en 2011.

 

Esa resolución, si llega a la mesa del consejo, será la quinta desde las denuncias del supuesto ataque químico. Las tres primeras fueron rechazadas el martes y la cuarta, presentada por Rusia y que buscaba una condena unánime del consejo por el ataque de las últimas horas, no logró hoy los votos necesarios.