En la X Feria Internacional de las Culturas Amigas, que inició este sábado y hasta el 29 de este mes, se prevé la visita de cuatro millones de personas, afirmó José Ramón Amieva, secretario de Gobierno y encargado del despacho de la jefatura de gobierno capitalino.
Al hablar en el Antiguo Palacio del Arzobispado, donde estuvo acompañado por el embajador chino en México, Qiu Xiaoqi, y de Cuauhtémoc Cárdenas, encargado de asuntos internacionales de la capital, expuso que el evento tiene dos sedes principales: el Zócalo y la Plaza de Santo Domingo, además de 12 sedes alternas gratuitas.
Señaló que la Feria engloba expresiones de danza, teatro, gastronomía, artísticas y de cultura en general. Este año, está además el hecho de que la Ciudad de México fue declarada la capital del diseño 2018.
“Esperamos, dijo, que sea un evento como estamos acostumbrados en el Zócalo, de gran impacto internacional, pero sobre todo de beneficio para quienes habitamos la capital”.
Dijo que el cálculo de cuatro millones de visitantes se ha tomado en base a las visitas anteriores y lo que representa es que nos gusta disfrutar nuestros espacios públicos, el Zócalo y los eventos que en ellos se hacen.
Interrogado sobre la ausencia de Siria, dijo que las 84 naciones presentes son aquellas que manifestaron su deseo de venir y que desconoce porque no asistió.
Amieva dijo que el Zócalo es conocido como el corazón del país y hoy, con este evento, ratificará el carácter de México como una nación que brinda su amistad al mundo y que está lista para compartir y solidarizarse con el mundo.
En ese sentido, agradeció que la nación y la capital hayan recibido también el acompañamiento, la ayuda y la solidaridad cuando lo ha necesitado, como fue el caso del 19 de septiembre pasado, cuando atravesamos por una tragedia causada por la naturaleza.
Dijo que en esta fiesta de tradiciones, la juventud aporta también su visión de ese legado y enriquece el mundo de las nuevas generaciones.
Destacó que los países pueden tener numerosos lazos, pero los más ricos y duraderos son los humanos, en los que se entrelazan la cultura y el encuentro.