Ayer inició el Tianguis Turístico 2018. Tradicionalmente realizado en Acapulco, el mayor evento turístico de México se trasladó a Mazatlán, un destino que vivió una época oscura bajo el azote de la violencia, pero que ha trabajado -y trabaja- para recobrar su brillo y recuperar la confianza del turismo nacional y extranjero. El pequeño teatro Ángela Peralta, en el centro de la ciudad, albergó el banderazo de salida del encuentro que año con año impulsa la llamada “industria sin chimeneas”, en tiempos en los que ésta juega un papel determinante para las finanzas públicas de nuestro país. La disminución de la producción petrolera, la inestabilidad en los precios y la caída en las remesas de los paisanos desde Estados Unidos han provocado que el turismo sea hoy más importante que nunca.
Atrás quedó la etapa en la que los cruceros que bordean el Pacífico mexicano dejaban de detenerse en el puerto de Mazatlán por miedo. El turismo de la costa oeste de los Estados Unidos aprovecha la accesibilidad geográfica de Mazatlán y encuentra lo que busca: clima cálido, bellas playas y sabor a México. Los gobiernos de los tres niveles, conscientes del potencial del destino, han destinado una inversión de más de mil millones de pesos para mejorar el aspecto de la ciudad. Las calles del centro han sido remodeladas junto con la Plazuela Machado, corazón de la vida bohemia del puerto. El malecón fue remozado y es agradable caminar en él y descubrir algunos de los extraordinarios restaurantes de mariscos fríos a pie de playa. Mazatlán presenta, hoy, una nueva cara para el turismo.
Es cierto, los retos son enormes. La infraestructura hotelera es insuficiente. Hacen falta más hoteles para atender a diferentes segmentos. Además, la conectividad aérea deja mucho que desear. Actualmente, los vuelos de y hacia Mazatlán son pocos y caros. Urge ampliar las frecuencias para incrementar el número de visitantes.
Pero, justamente, ése es el objetivo del Tianguis. Colocar los reflectores sobre los destinos que tienen potencial y llevar las inversiones a donde hagan falta. Ojalá que el encuentro impulse, aún más, no sólo a esta joya sinaloense, sino a muchos sitios que México tiene para ofrecer al mundo.
El sexto país más visitado del mundo
En la inauguración del Tianguis Turístico, el gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz -cuya popularidad, por cierto, crece día con día, no sólo entre la sociedad sinaloense, sino entre la clase política del país-, se refirió a Enrique Peña Nieto, presente en el evento, como el Presidente del Turismo. Ante esto, vale la pena mencionar que, si en algo se ha trabajado bien durante la presente administración federal, es en el rubro turístico. Y las cifras no mienten. Según palabras del Presidente de la República -y con los datos que se conocen al momento-, México ocupa ya el sexto lugar entre los países más visitados del orbe. Si consideramos que hasta hace poco nos ubicábamos en el número 15, hay que reconocer que el salto es grande. Las directrices trazadas por Claudia Ruiz Massieu, quien iniciara el sexenio como secretaria de Turismo, y el trabajo intenso del actual titular de la Sectur, Enrique de la Madrid, se reflejan en el impulso que da a la economía nacional, uno de sus principales motores.