BARCELONA, ESPAÑA .- El Eibar se reencontró con la victoria seis jornadas después contra el Espanyol en el RCDE Stadium con un gol de Lombán a la media hora de partido que evidenció el mal momento del conjunto blanquiazul en este tramo final de temporada.
Los blanquiazules, que han sumado un punto de los últimos quince y está a nueve del descenso, firmaron una primera parte soporífera, pero reaccionaron tras el descanso con una versión más descarada y eléctrica arriba. Aún así, no bastó. Dmitrovic cortó las escasas ocasiones del anfitrión. La grada explotó contra el equipo y el entrenador.
Joan Jordán, ex del Espanyol, estuvo muy cerca de firmar el primer gol de la tarde. En el minuto 12, el centrocampista remató de cabeza el balón y lo estrelló contra el poste tras un centro de Pedro León. El árbitro había anulado la acción por fuera de juego, pero inquietó a los asistentes, muy pocos, al estadio.
Los blanquiazules no enlazaban pases con facilidad y apenas pisaban el área rival. No ayudaban los silbidos de la grada, con poca paciencia en el tramo final de curso. Una carrera aislada de Baptistao en el minuto 18 fue prácticamente todo el repertorio ofensivo del anfitrión.
El Eibar, también sin brillo, se acercaba más a los dominios de Pau López. Insistía, filtraba pases y colgaba balones. No fue ninguna sorpresa que firmara el 0-1. En el minuto 32, Lombán cabeceó con precisión otro centro de Pedro León, encendiendo al público perico, que pidió la dimisión del entrenador, Quique Sánchez Flores.
Tras el descanso, el técnico local alineó a Sergio García, por Piatti, buscando la reacción. El Espanyol arrancó más dinámico y agresivo. Los de Mendilibar esperaban, sin riesgos. Poco a poco fueron apareciendo las ocasiones del anfitrión, como un remate de Gerard Moreno, aunque desviado, en el 60.
El choque tenía otro tono. El Eibar también subió las revoluciones, con Alejo bajo los focos. El partido había entrado en una fase de ida y vuelta, sin apenas pausa en la medular. Gerard Moreno, muy activo, mandó el balón a los pies de Dmitrovic en el 70. Los catalanes, verticales e incisivos, peleaban por el empate.
Sergio García, dos minutos después, dispuso de la oportunidad más clara del Espanyol hasta entonces. El ariete se plantó solo ante el meta en el punto de penalti tras un caño, pero el portero volvió a lucirse. El ímpetu del cuadro de Quique arrancó los primeros aplausos de la tarde.
Los compases finales presentaron ocasiones para ambos conjuntos, aunque imprecisas y desordenadas. Con una falta directa de Marc Navarro en el 88, a las manos de Dmitrovic, se agotó la pólvora perica. El reloj jugaba a favor del Eibar y ya no dejó escapar los tres puntos.
NCG