El español Rafael Nadal, número uno mundial, apenas se despeinó ante el austríaco Dominic Thiem, quinto favorito, al que arrolló con un contundente 6-0 y 6-2, accediendo a las semifinales del Masters 1.000 de Montecarlo, donde se medirá al búlgaro Grigor Dimitrov.
La sexta victoria de Nadal sobre Thiem fue la más contundente de los ocho duelo entre ambos. El manacorí disputó un partido perfecto, en el que en apenas una hora y 8 minutos evidenció su gran superioridad sobre la arcilla y haber dejado atrás sus problemas físicos.
Y lo pagó caro un rival que sólo pudo ir a remolque del ritmo que le marcaban desde la otra parte de la pista. Bien es verdad que Thiem no estuvo entonado ni con el saque, con el que cometió 5 dobles faltas y cerró con unos bajos promedios (41 por ciento de primeros servicios, de los que hizo suyos solo el 52 por ciento).
Pero es que Nadal desde la primera bola (se llevó el primer juego en blanco) ya dejó claro quien iba a mandar, y de forma contundente. El manacorí estuvo, además, entonado con el saque, pese a no materializar saque directo alguno, además de no conceder bola alguna de rotura.
Con el resto estuvo también espléndido, teniendo doce bolas de rotura, de las que se llevó cinco: tres de diez en la primera manga, dos de dos en la segunda.
Tal fue la contundencia de Nadal que se hizo con nueve juegos consecutivos, endosando en el primer set su segundo 6-0 a Thiem. Curiosamente, el primero fue en el tercer, y ultimo, set del anterior duelo entre ambos: Roland Garros 2017.
La segunda manga, tras el 3-0, vio por fin a Thiem estrenarse en juegos en el marcador. Nadal bajo el pistón y el austríaco, al menos, se despidió de Montecarlo con un marcador más digno.
A Nadal le espera en semifinales Dimitrov, que con anterioridad se impuso al belga David Goffin, por 6-4 y 7-6 (5).
También la duodécima semifinal de Nadal en el torneo monegasco, superando diez de ellas, ya que sólo cayó en 2015 ante Novak Djokovic. Las otras diez no sólo las pasó, sino que además se llevó el título.
TFA