En su segundo acto de campaña este lunes en el Estado de México, el candidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, ofreció no aumentar en términos reales los impuestos ni la deuda pública, y aseguró que tampoco habrá “gasolinazos”.
Agregó que se buscará combatir, desde sus causas, la inseguridad y la violencia en el país, de manera que “va también habrá paz, pero será una paz producto de la justicia”.
Según López Obrador, otros actores políticos podrían organizase en su contra, pues “mi cálculo es que van a tratar de unirse todos en contra nuestra; nada más que ya va a ser tarde, porque en las encuestas ya rebasamos los 50 puntos en intención de voto”.
El aspirante llamó a sus seguidores a unirse para defender y promover el voto que dijo “no se vende”, ya que es la forma que tienen los ciudadanos para buscar su beneficio.
Agregó que la sociedad ya está harta de la corrupción y de las injusticias, de que unos lo tengan todo mientras la mayoría carece de lo más indispensable, por lo que reiteró que su lucha será para abatir la corrupción, que es el principal problema del país.
López Obrador reiteró su planteamiento de reducir los sueldos de los altos funcionarios, y advirtió que nadie ganará más que el presidente, y él, en caso de ganar, ganará la mitad del actual sueldo del titular del Poder Ejecutivo Federal, “y de ahí para abajo”.
El abanaderado de los partidos Morena, del Trabajo y Encuentro Social, puntualizó que lo que se ahorrará con el combate a la corrupción se utilizará para impulsar el desarrollo del país y sus diferentes sectores productivos, con lo que se beneficiará a la sociedad.
NCG