El debate presidencial le inyectó nuevos ánimos al candidato de Por México al Frente, Ricardo Anaya Cortés.
El queretano pasó el primer tercio de la campaña presidencial defendiéndose de las acusaciones de lavado de dinero que le imputaron la PGR y el PRI.
No fue sino hasta que una sala especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) determinó que la PGR había utilizado recursos públicos para perjudicar su imagen, que encontró algo de paz.
Pero el debate del domingo le permitió lucirse en un campo que domina: la confrontación.
No hay duda de que el mejor para debatir es Anaya; si sus propuestas son o no más viables que las del resto de los candidatos es otro asunto que en su momento se analizará, pero de que llega preparado a esos encuentros ni duda cabe.
Anaya tiene ante sí la oportunidad de relanzar su campaña con los resultados de este primer debate; quienes no lo tenían en el radar ahora lo siguen pese a que fue cuestionado nuevamente sobre el origen de su fortuna.
El frentista fue el candidato presidencial que mejor cara mostró ayer en los eventos públicos que tuvo, a diferencia de José Antonio Meade, que ofreció una conferencia para presentar documentos del Registro Público de la Propiedad que comprueban la propiedad de dos departamentos en Copilco a nombre de López Obrador y del propio tabasqueño que estuvo en el Estado de México repitiendo sus consignas.
Meade resultó el más estructurado en el debate, sin duda, pero le sigue haciendo falta conectar con el electorado.
Y López Obrador, ya se sabía que iba a responder con consignas las preguntas serias de los moderadores; ninguna sorpresa.
Ahora falta conocer en las mediciones postdebate que se realizarán esta semana si la percepción ciudadana del encuentro mueve los porcentajes de preferencia.
Y si una cosa quedó clara el domingo después del debate, es que la elección no está definida, por más que los voceros de AMLO quieran hacerlo creer.
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La Federación Mexicana de Lecherías (Femeleche) que encabeza Vicente Gómez Cobo, realizará hoy su tercer Foro Nacional, al que fueron invitados los candidatos presidenciales de todos los partidos.
Ricardo Anaya y José Antonio Meade confirmaron con bastante tiempo su participación; el frentista estará en la inauguración del foro a las ocho de la mañana y el no priista, a las 12:30 horas.
Andrés Manuel López Obrador también había confirmado su asistencia, pero ayer dijo que siempre no, y en su lugar pretendía enviar a un representante, pero los organizadores le dijeron que gracias, no gracias.
Así que habrá que poner atención a lo que digan Anaya y Meade a los productores lecheros que se encontraban en una lucha frontal con los productores de leche estadounidenses, en el marco del Tratado de Libre Comercio, ya que a México ingresa leche que no es leche, pero se vende como tal.
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Otra vez dentro del PRI comienzan a levantarse voces que piden el cambio de la dirigencia nacional con el argumento de que la actual no ha trabajado lo suficiente para apuntalar a su candidato presidencial.
No es la primera vez que soterradamente se pide el cambio de Enrique Ochoa, pero el dirigente ha sorteado el fuego amigo sin salir raspado.
El propio Meade fue quien pidió que se mantuviera al frente del partido así que, a menos que ocurriera una catástrofe, Ochoa está firme.