La opción más recomendable para el país en materia energética no es construir más refinerías, sino la reconfiguración o modernización de las instalaciones en Tula, Salamanca y Salina Cruz, consideró el director ejecutivo de la Iniciativa Climática de México, Adrián Fernández.
“Se estima que completar la reconfiguración de esos planes, que tienen más de una década, costaría tres mil millones de dólares cada una. Es probable que esto tenga sentido porque ya tenemos una infraestructura existente”, dijo Fernández.
Comentó que desde 1994, la refinación de petróleo dejó de ser negocio debido a las pérdidas anuales que tiene ese sector.
El mundo, abundó, está en el umbral de una acelerada transformación energética en la que el futuro es la electrificación de la movilidad.
Por lo tanto, no se debe construir capacidad de refinación más allá de lo que se vaya a necesitar, dijo, pues se corre el riesgo de que esa infraestructura se convierta en activos varados.
El experto en temas ambientales precisó que en 2017 la utilización de la capacidad instalada del Sistema Nacional de Refinación fue de 48%, y para satisfacer la demanda interna se importó más de 71% de la gasolina consumida en el país, y 66% del diésel.
“A México no le conviene la construcción de refinerías para autosuficiencia, pues de las reservas probadas, hemos gastado 86% de los hidrocarburos existentes”, afirmó.
“Estimados realistas indican que tenemos recursos que quizá nos alcancen para ocho a diez años de petróleo y para el caso del gas, no mucho más de cinco años!, dijo.
Fernández reveló que han sostenido reuniones con los equipos de todo los candidatos presidenciales y, en el caso del abanderado de Morena, Andrés Manuel López Obrador, “han sido muy receptivos” a los argumentos técnicos que les han expuesto.
El escenario que quizá nos haga sentir bien de ‘aquí yo produzco todos mis combustibles’, ¡ese tren ya se fue hace mucho tiempo, ése ya no existe!
Adrián Fernández
Director de la Iniciativa Climática de México
JNO