Un grupo armado irrumpió en dos almacenes comerciales denominados El Surtidor y convocó a la sociedad a saquear las tiendas frente a la mirada de policías estatales, federales y soldados en el poblado de Arcelia, ubicado en la convulsionada región de la Tierra Caliente.
Desde el viernes, los gerentes decidieron cerrar ambos establecimientos comerciales porque se negaron a seguir pagando cuota al grupo delictivo La Familia, que dirige Johny Hurtado Olascoaga El Mojarro y tiene su bastión en este municipio, indican reportes oficiales del gobierno de Héctor Astudillo Flores.
La acción criminal se registró a las 07:00 horas de este domingo, cuando sujetos armados abrieron por la fuerza las cortinas de las tiendas El Surtidor y llamaron a ciudadanos a llevarse bienes como alimentos, muebles, aparatos electrodomésticos y productos diversos para el hogar.
Decenas de personas llegaron a saquear ambas tiendas, quienes se llevaron hasta los carritos para almacenar productos frente a la mirada de militares, así como policías estatales y agentes federales de la división Gendarmería.
Cuatro horas después y ya cuando la turba había saqueado completamente ambas tiendas, las autoridades decidieron asumir el control de la situación y a las 11:00 horas cerraron las cortinas metálicas de las tiendas.
En esta franja de la región de la Tierra Caliente, el narco lo controla todo y el vacío de autoridad es evidente.
Recientemente, la empresa Coca Cola-Femsa decidió cerrar una planta de distribución en Ciudad Altamirano por presiones del narco.
Previamente, la trasnacional ya había cerrado otro centro distribuidor en Arcelia donde diversos sectores productivos como campesinos, empresarios, pequeños comerciantes y mineras son obligados a pagar cuota a la banda de La Familia, indican los reportes oficiales.
Hasta el momento, ninguna autoridad ha fijado una postura sobre este hecho que exhibe la omisión gubernamental frente a la ola de violencia que asfixia a la sociedad en Guerrero.
DPC