Foto: Notimex Es probable que la incertidumbre respecto al dinamismo de la economía mexicana genere una fuerte desaceleración en los flujos de inversión privada destinada a la construcción  

La economía mexicana registrará un mayor dinamismo en el segundo trimestre y prolongará esta mejoría el resto del año, para cerrar 2018 con un crecimiento de alrededor de 2.3 por ciento, estimaron grupos financieros.

Citibanamex y Banorte refirieron que con estimación oportuna, en el primer trimestre la economía mexicana creció 1.2 por ciento a tasa anual con cifras originales, afectada por el efecto estacional de la Semana Santa, que cayó en marzo pues redujo el número de días laborables.

Señalaron que si se quita este efecto, con cifras desestacionalizadas, la economía nacional avanzó 1.1 por ciento respecto al trimestre previo y 2.4 por ciento a tasa anual, de acuerdo con la información difundida la víspera por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

En un análisis, Grupo Financiero Citibanamex apuntó que la diferencia entre la serie original y la ajustada se debió principalmente al efecto calendario de la Semana Santa.

Además, utilizando la serie ajustada, el avance del sector de servicios fue el más dinámico durante este periodo con un crecimiento de 1.2 por ciento trimestral, seguido por el sector primario con 0.8 por ciento trimestral y un 0.7 por ciento del industrial.

La institución financiera estima que el crecimiento anual del Producto Interno Bruto (PIB) mejore durante el resto del año, sobre el respaldo de una recuperación gradual de la demanda interna y de un sólido crecimiento de la demanda externa apoyado por el avance de la manufactura estadounidense.

“Por lo tanto, mantenemos nuestro pronóstico de crecimiento de 2.3 por ciento para el PIB en todo 2018”, ratificó.

A su vez, el Grupo Financiero Banorte también espera un mayor dinamismo de la economía mexicana en el segundo trimestre del año.

En particular, consideró que la mayor velocidad de convergencia de la inflación hacia su meta de 3.0 por ciento implicará mayores remuneraciones reales que contribuiría a que el consumo privado presente un mayor crecimiento.

De igual forma, el mayor dinamismo tanto del consumo como de las ventas minoristas también estará sustentado por el dinamismo del empleo, así como del crédito bancario al sector privado, añadió.

Respecto a la producción industrial, estimó que la incertidumbre en torno al proceso electoral que se llevará a cabo en México el próximo 1 de julio probablemente se verá reflejada en una mayor depreciación de la divisa mexicana durante el segundo trimestre del año.

Ello implicaría una mayor demanda externa por productos mexicanos, lo cual tendrá un impacto positivo sobre las exportaciones y la producción manufacturera mexicana, apuntó la institución financiera.

Para la construcción, espera un mayor dinamismo derivado del mayor gasto gubernamental de las entidades federativas y municipios que detonará el proceso electoral de este año, el cual se verá reflejado también en un crecimiento de los proyectos de infraestructura.

Por el contrario, es probable que la incertidumbre respecto al dinamismo de la economía mexicana genere una fuerte desaceleración en los flujos de inversión privada destinada a la construcción, acotó.

En tanto, Banorte consideró que la recesión de la industria minera continuará en el segundo trimestre del año, pero la variación anual tenderá a converger a cero.

En el agregado, los factores antes mencionados inducirán un mayor dinamismo de la economía mexicana durante el segundo trimestre del 2018”, anticipó.

DPC