Foto: EFE Nicaragua está a la espera de un diálogo nacional entre el Gobierno y el sector privado, con la mediación de la Iglesia católica, pero en las calles la población exige el cese de Ortega como presidente.  

MANAGUA.- Los cuerpos de dos estudiantes universitarios que fallecieron durante una de las protestas contra la Administración de Daniel Ortega en Nicaragua fueron exhumados hoy para determinar las causas de muerte, informaron sus familiares.

Especialistas del Instituto de Medicina Legal (IML) dirigieron la exhumación de los cuerpos de Franco Valdivia y Orlando Pérez, estudiantes de derecho e ingeniería ambiental, respectivamente, en la ciudad de Estelí, a 149 kilómetros al norte de Managua.

En la exhumación estuvieron presentes médicos forenses contratados por los familiares, quienes expresaron su desconfianza en las investigaciones.

Los familiares de Valdivia y Pérez, este último hijo de un exguerrillero sandinista y exmayor del Ejército de Nicaragua, coincidieron en que no es posible confiar en investigaciones realizadas por el Poder Judicial y la Policía Nacional, ya que supuestamente representan los intereses de Ortega.

En el caso de la Policía Nacional, sus agentes son señalados de haber disparado contra los estudiantes, junto con miembros de la Juventud Sandinista, organización afín al Gobierno.

Los universitarios fallecieron durante actos de represión contra las protestas entre el 18 y el 22 de abril pasado, que dejaron al menos 45 muertos, según el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), que ha calificado las acciones como de una “matanza estudiantil” y que también cobró la vida de dos policías y un adolescente.

Hoy se cumplen 16 días de protestas continuas contra Ortega, que han dejado al menos 45 muertos y han terminado en violencia cada vez que han intervenido las fuerzas de choque del Gobierno, conocidas como “turbas”, dirigidas por la Juventud Sandinista y con el apoyo de la Policía Nacional, de acuerdo con las denuncias de diversos sectores.

La crisis inició por reclamos a una reforma a seguridad social y continuaron a pesar de que el mandatario revocó su decisión, debido a las múltiples muertes causadas por la represión.

Ahora los nicaragüenses reclaman la renuncia de Ortega y de su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, a quienes acusan de estar al frente de un Gobierno “corrupto, represor, indolente, y violador” de los derechos humanos y de la Constitución Política.

También señalan al mandatario por supuestos fraudes electorales, las continuas alzas de los combustibles, el actuar impune de la Policía, las muertes sin explicación de campesinos que se oponían al Gobierno y el discurso oficial de “paz y reconciliación” que supuestamente no refleja la realidad del país, entre otros.

Un nuevo enfrentamiento en la madrugada de hoy entre estudiantes universitarios y grupos afines al Gobierno se saldó con al menos 6 heridos, uno de ellos de gravedad.

Nicaragua está a la espera de un diálogo nacional entre el Gobierno y el sector privado, con la mediación de la Iglesia católica, pero en las calles la población exige el cese de Ortega como presidente.

 

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