A 29 años de su fundación, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) logró reunir en su festejo a integrantes de diferentes corrientes internas y a su candidato presidencial de coalición, Ricardo Anaya, quien coincidió en el llamado a la reconciliación social y avanzar en unidad hacia la libertad y la democracia.
El Monumento a la Revolución fue la sede del festejo, donde la mañana del sábado, las banderas amarillas fueron hondeadas por simpatizantes perredistas procedentes de diferentes puntos de la Ciudad de México y del Estado de México, quienes gritaban porras a sus diferentes candidatos.
Acompañando al candidato a la Presidencia de la República, Ricardo Anaya Cortés, también estuvo en la celebración, el panista Santiago Creel, coordinador estratégico de la campaña; minutos antes llegó al templete, Alejandra Barrales, candidata al gobierno capitalino, por la coalición PAN, PRD, Movimiento Ciudadano.
En el evento, al que acudieron los embajadores de Uruguay, Chile, Alemania y de Francia en México, asistieron también dirigentes nacionales y estatales de los partidos Acción Nacional (PAN) y Movimiento Ciudadano, aunque no se observó la presencia de los presidentes nacionales del PAN, Damián Zepeda Vidales, ni de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado Rannauro.
Asimismo, estuvieron el coordinador nacional del Proyecto de Gobierno de Coalición, Miguel Ángel Mancera; el presidente del PRD en la Ciudad de México, Raúl Flores; el diputado local, Leonel Luna, así como Mauricio Toledo, Dione Anguiano, Víctor Hugo Lobo, Juan Zepeda, Nora Arias, Alfa González, entre otros.
A lo ancho de la Plaza de la República se instalaron los grupos de perredistas que integran las diferentes expresiones políticas encabezadas por Héctor Bautista, Héctor Serrano, Jesús Ortega, Jesús Zambrano, Guadalupe Acosta, Luis Arias, así como candidatos a puestos de elección estatales y federales de diferentes puntos del país.
En este acto, el presidente nacional perredista, Manuel Granados, dijo que para que cese la violencia en el país necesitamos una reconciliación social, que no significa ni perdón ni impunidad, sino reivindicar los derechos de todas y todos los mexicanos.
Sostuvo que sin legalidad, no hay justicia ni progreso, por lo que se pronucnió en contra de la violencia, la agresión o la injusticia, “no a un régimen dictatorial”, expresó.
ot