WASHINGTON.- El Gobierno de Donald Trump pretende cambiar las regulaciones de detención de niños inmigrantes en la frontera, en busca de una mayor flexibilidad para retener a las familias durante más tiempo y hacer un mayor escrutinio sobre los menores, informó hoy el diario The Washington Post.
El borrador de las regulaciones, al que tuvo acceso el periódico, indica que la administración Trump está considerando detener a las familias por períodos más largos y someter a los menores no acompañados a un mayor escrutinio que podría facilitar la expulsión.
También permitirían a los funcionarios separar a padres e hijos si mantenerlos unidos supone una “carga excesiva” para las operaciones del gobierno.
El borrador de 96 páginas está fechado el 20 de abril y llega en un momento en que Trump y su equipo migratorio están implementando políticas que podrían aumentar drásticamente la separación de padres e hijos detenidos en la frontera.
El lunes, el fiscal general del país, Jeff Sessions, anunció que el Departamento de Justicia presentará cargos penales contra todos los ciudadanos extranjeros atrapados cruzando la frontera ilegalmente, un esfuerzo que pretende frenar la inmigración ilegal.
Esto enviaría a los padres a custodia penal y a los niños a refugios financiados con fondos federales supervisados por la Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, en inglés).
Las regulaciones, elaboradas por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el Departamento de Justicia, proporcionarían nuevas reglas sobre cómo deberían tratarse los niños detenidos, reemplazando efectivamente un decreto de consentimiento de 1997 que, junto con dos leyes federales más recientes, guía esas decisiones.
Pero los defensores dicen que las regulaciones incluyen cambios que podrían erosionar varias protecciones importantes de bienestar infantil.
“Quieren más poder para castigar a los niños y sus familias por buscar seguridad en los EE. UU.”, dijo Diane Eikenberry, directora asociada de políticas del Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes.
Su organización y otras dicen que los funcionarios federales no deberían detener a las familias que buscan refugio, y señalaron que muchos de los que cruzan la frontera son centroamericanos que escapan de países devastados por pandillas y algunas de las tasas de homicidios más altas del mundo.
Según las normas actuales, el gobierno tiene hasta cinco días para transferir a los niños detenidos en dependencias del Departamento de Seguridad Nacional a un centro residencial familiar, donde se quedarían con sus padres.
La administración de Trump reemplazará la fecha límite de transferencia de cinco días con el estándar más ambiguo de “lo más expeditamente posible”.
La propuesta también intenta abordar una restricción sobre cuánto tiempo los niños migrantes y sus padres pueden ser retenidos en las instalaciones residenciales de familia.
Los jueces han dictaminado que sus estancias deben limitarse a 20 días o menos, en parte porque los centros no tienen licencia del estado.
Las regulaciones propuestas permitirían la licencia federal de dichas instalaciones, lo que podría abrir la puerta a estancias más largas.
El borrador dice que la administración actualmente tiene familias por un promedio de 14 días y está examinando estimaciones de costos que lo ampliarían a un promedio de 45 días.
Además, la propuesta deja claro que los niños separados de sus padres después de ser detenidos serían declarados “menores no acompañados”, lo que les colocaría en un camino diferente al de sus padres a través del sistema de inmigración.
Pero la propuesta de Administración de Trump también cambiaría los procedimientos para los menores que cruzan la frontera sin parientes adultos, limitando su capacidad de solicitar asilo.
NCG