Una hipersexualización de los jóvenes, pensar en la concepción para salir de situaciones de violencia o precariedad, y padres reticentes a educar sexualmente a sus hijos, son algunas de las causas que han disparado en el país el embarazo en adolescentes.
Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México ocupa el primer lugar entre sus miembros con esta situación.
Ante este panorama, la doctora en Ciencias Sociales por El Colegio de Sonora, Lucero Juárez Herrera, expresó que no se les debe juzgar a los adolescentes que tienen hijos.
La también académica de la Universidad del Valle de México destacó que el embarazo adolescente no es sinónimo de embarazo no deseado, pues en algunos casos se ve como una vía para salir de la pobreza o la desigualdad social.
“Hay que comprender sus situaciones contextuales y hacer políticas horizontales a partir del conocimientos de su situación; hacer políticas públicas dirigidas para las diferentes poblaciones y no políticas verticales”, puntualizó.
Consideró que los adolescentes tienen acceso a la información sexual, pero no llegan a la etapa de transformarla en conocimiento.
La experta resaltó que en cuestiones de salud, un embarazo en una joven de 18 o 19 años puede ser normal, a diferencia de una de 12 años que puede presentar más complicaciones.
“El problema de salud pública en el país es en las menores de 15 años, y que además son embarazos no deseados”, señaló.
A esta realidad, indicó, se suma la hipersexualización de los jóvenes, la cual ha ocasionado que se brinquen etapas, como el noviazgo, y opten directamente por sostener relaciones sexuales.
La pediatra y maestra en tanatología Miriam Cifuentes Vázquez comentó que los jóvenes suelen ejercer una sexualidad abierta como un medio de pertenencia a un grupo.
“Quieren desprenderse del vínculo familiar porque no hay identificación con el clan familiar. Tienen padres que trabajan todo el día o mamás solteras que trabajan y pierden la comunicación con sus hijos”, explicó la también conferencista en calidad de vida.
En esta situación, dijo, los padres se vuelven permisivos, evitan confrontarse con sus hijos porque se siente culpables por no dedicarles más tiempo, y el sexo sigue siendo tabú para muchos de ellos y prefieren dejar el asunto en manos de otros.
Consideró que se requieren campañas directas y precisas de información sexual para adolescentes, pues no sólo se trata de prevenir y enseñar a usar anticonceptivos, sino también de que tomen conciencia acerca de que no están listos física ni emocionalmente para tener hijos.
Mamá, médica y subdirectora del Rubén Leñero
Con 25 años de trayectoria en el sector salud, María de Jesús Herver, subdirectora médica del Hospital General Dr. Ruben Leñero, ha tenido que sacrificar tiempo en la vida de sus hijos para salvar la de algún enfermo.
Desde sus inicios académicos, en la Facultad de medicina de la Universidad Veracruzana, se apoyó en su madre para que cuidara de sus dos hijos, quien hoy es médico general.
“A pesar de siempre contar con el apoyo de mi mamá y de mi esposo, ha sido complicado tener un orden y un control en mi trabajo y en mi vida personal; en el papel de madre”, expresó Herver Cabrera quien está a cargo de la parte administrativa y médica de uno de los hospitales que más pacientes recibe en el área de urgencias, 120 al día en promedio.
En una entrevista con 24 HORAS, detalló que a pesar del esfuerzo y sacrificios como madre, su motivación para seguir adelante es que los pacientes se recuperen; “no hay nada más gratificante para mí que saber que ya están bien”.
Maternidad, el motor para hacer política y tareas
Para Ana Lilia Herrera, presidenta de la Junta de Coordinación Política del Senado, y una de las voceras de la campaña presidencial de José Antonio Meade, la maternidad es su motor todos los días.
Madre de una niña de 11 años y un niño de nueve, la senadora del Partido Revolucionario Institucional (PRI) reconoció en una entrevista con 24 HORAS, que ha sacrificado algunos momentos con sus hijos para cumplir con su trabajo.
“He tenido que salirme de festivales (de sus hijos) a la mitad, para poder también cumplir con el trabajo”; no obstante, aclaró que con creatividad, esfuerzo, entusiasmo y el apoyo de su mamá es como logra hacer frente a la tarea como servidora pública.
La senadora que también ha sido presidenta municipal de Metepec, Estado de México, confesó que también participa en los “chats de mamás” que hacen en los grupos del colegio de sus hijos y procura asistir a las juntas y entrega de boletas.
“Ellos (sus hijos) ven mi trabajo como algo normal, y es una oportunidad de transmitirles que la mujer con un esfuerzo adicional al de los varones, podemos sacar adelante también nuestro trabajo con la enorme responsabilidad que significa tener una familia”, compartió.
JNO