Washington.- El presidente estadounidense, Donald Trump, celebró hoy que los cinco cabecillas “más buscados” de Estado Islámico (EI) hayan sido capturados recientemente, incluyendo a Abu Zeid al-Iraqi, uno de los principales colaboradores del líder de la organización terrorista, Abu Bakr al-Baghdadi.
“¡(Los) cinco líderes más buscados de EI acaban de ser capturados”, dijo Trump en su cuenta oficial de Twitter, en referencia a una operación coordinada por las agencias de inteligencia iraquí y estadounidense que consiguió arrestarlos.
Entre los capturados se encuentran cuatro líderes de la organización terrorista de nacionalidad iraquí y uno sirio, informó The New York Times, que citó a funcionarios iraquíes.
El resultado del operativo de tres meses con el que se consiguió dar con estos terroristas que se habían escondido en Siria y en Turquía representa una importante victoria para los cuerpos de inteligencia iraquíes y estadounidenses.
Dos funcionarios iraquíes explicaron al rotativo, bajo condición de anonimato, que habían estado siguiendo la pista de varios de los detenidos durante meses, pero que a principios de año consiguieron información de inteligencia que les llevó a su arresto.
Una unidad iraquí responsable de misiones encubiertas había rastreado a uno de los detenidos, Ismail Alwaan al-Ithawi, conocido como Abu Zeid al-Iraqi, desde Siria a la ciudad turca de Sakarya, a unos 100 kilómetros al este de Estambul.
Abu Zeid al-Iraqi, uno de los principales colaboradores del máximo líder del EI, Abu Bakr al-Baghdadi, había estado viviendo en Turquía con su esposa siria bajo la identidad de su hermano.
El terrorista, encargado de realizar transferencias bancarias a las cuentas que tiene el EI en diferentes países y hombre de confianza de Al-Baghdadi, fue capturado por las autoridades turcas y entregado a Irak.
Los cuerpos de inteligencia iraquíes y estadounidenses pasaron varias semanas interrogando a Abu Zeid al-Iraqi para conseguir información sobre el paradero de otros cabecillas escondidos.
Según reportó el The New York Times, EU e Irak consiguieron que Al-Iraqi quedara en la frontera con varios de los líderes que se habían escondido en Siria y ahí procedieron a detener a los otros cuatro.
Saddam al-Jammel, un sirio que había sido jefe del territorio del Estado Islámico en torno a la población de Deir al-Zour, en el este de Siria, y Abu Abdel al-Haq, un iraquí que había sido jefe de seguridad interna del grupo, fueron dos de los detenidos del total de cuatro, según el diario.
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