Washington.– El senador republicano John McCain lamenta no haber podido sacar adelante una reforma migratoria integral, a pesar de haber hecho varios intentos desde que a mediados de la década del 2000 presentó una iniciativa con el fallecido senador Edward Kennedy.
McCain, de 81 años y quien ha sido diagnosticado con una forma letal de cáncer cerebral, manifestó su pesar por su fracaso en lograr una reforma migratoria en un libro de memorias que está próximo a publicar.
La legislación McCain-Kennedy no tuvo éxito, pero creó el marco para posteriores esfuerzos por una reforma migratoria bipartidista: una vía a la ciudadanía para los indocumentados asentados en Estados Unidos, actualizaciones de seguridad fronteriza y un programa de trabajadores extranjeros.
“Fallé dos veces, y luego una vez más después de que Ted falleciera, a pesar de las grandes mayorías en ambas cámaras del Congreso a favor de eso”, escribió McCain en su libro de memorias titulado: “La ola inquieta: buenos tiempos, causas justas, grandes luchas y otras apreciaciones”, escrito en coautoría con Mark Salter.
“Me gustaría decir que lo intentaré de nuevo. Pero eso ya no depende de mí. Esa es una decepción más dura que otras derrotas porque, primero, es algo que la mayoría de los estadounidenses quiere, y la mayoría de los miembros del Congreso sabe que es lo correcto que se debe hacer”, manifestó el político.
“Pero, sobre todo, porque es algo que el país necesita hacer ahora, en este momento político, ya que los viejos temores y animosidades que han arruinado nuestra historia parecen estar en aumento nuevamente, explotados por oportunistas que no se molestan en su profesión o en su conciencia con escrúpulos sobre la honestidad o la compasión por sus semejantes”, agregó.
El senador sostuvo que “cualquiera puede convertirse en estadounidense si acepta nuestros valores. Cualquier persona. Ni siquiera tiene que hablar el idioma. Como cuestión práctica, aquí le resultará más fácil si aprende inglés. Incluso un lenguaje común no es esencial para la asimilación. No en este país”.
Aunque McCain evita en sus memorias criticar a los opositores a la reforma migratoria, argumenta que un muro en la frontera sur como el propuesto por el presidente Donald Trump “no va a resolver el problema” y “podría empeorarlo”, desviando recursos destinados para la seguridad y la vigilancia en la zona.
Asimismo, descalifica lo que considera la receta de la línea dura para “juntar a todos los ‘ilegales’ y deportarlos”, al tiempo que sugiere que el racismo es lo que motiva a algunos opositores a la reforma migratoria.
“Hoy hay políticos que harían creer a los estadunidenses que la inmigración ilegal es uno de los peores flagelos que aquejan al país (…) Algunos que defienden esa tontería creen que es verdad (…) Otros lo hacen por razones más siniestras que son reacios a reconocer públicamente, incluido el prejuicio racial”, aseveró.
“Las personas decentes y trabajadoras que no quieren hacer daño son culpadas del crimen, el desempleo, las escuelas en quiebra y otros males, y se convierten en los ojos de muchos los objetos del odio y el miedo”, agregó.
McCain también expresó su frustración por la oposición a las reformas que buscan dar acceso a los inmigrantes a la ciudadanía o el programa de trabajadores huéspedes.
Por otra parte, el senador consideró que la retórica antiinmigrante de Trump y de su aliado, el exsheriff del condado de Maricopa, Joe Arpaio, fue la causa del escaso margen en la victoria de Trump frente a la demócrata Hillary Clinton en las votaciones en Arizona, en 2016.
Trump superó a Clinton en Arizona por sólo 3.5 puntos porcentuales, mientras que McCain fácilmente ganó la reelección a un sexto término en el Senado por alrededor de 12 puntos porcentuales. Además, los electores del condado de Maricopa votaron contra la reelección de Arpaio.
El exsheriff, quien ahora se postuló para el Senado, fue indultado por Trump el año pasado luego de una condena por desacato criminal en relación con un caso federal de perfil racial.
fahl