Comenzaban las carreras lindas y… ¡Pum! Que llega el Gran Premio de España.
Pocas carreras tienen un público tan conocedor y entusiasta, pero ninguna tiene, como Barcelona, la desgracia de ser el campo de pruebas de la actual Fórmula 1.
Eso genera que todo pase tan linealmente, tan apegado a las previsiones, que el espectáculo casi siempre queda a deber. Ambientazo pues, pero para la peor prueba en lo que va del año.
Nadie dijo que después del pódium en Baku, Checo Pérez iba a quedar montado en el tren de los grandes resultados, era imposible pensarlo. Que nadie se sienta defraudado.
Si me hubieran propuesto que Force India sacara pocos, pero puntos al fin en el GP de España, lo hubiera firmado sin lugar a dudas pues estamos hablando de un auto que históricamente no evoluciona al ritmo de sus competidores.
De modo que, si la cosecha de Montmeló (dos puntos) es poca o mucha, acaba por ser un tema circunstancial. Lo mejor es que el piloto que liga carreras sumando es Sergio Pérez, instalado en el distintivo de Cinta Negra para mejorar en carreras perdidas.
Mercedes, del otro lado de la historia, recupera el liderato. ¿Es algo definitivo? No, no lo es, pero si le plantea un reto mayor a Ferrari.
Ferrari dejó de ser adaptable a los diferentes juegos de neumáticos y además sigue mostrando que es susceptible de equivocarse, a veces muy groseramente en las estrategias.
Pero ojo Ferrari no está caído, no.
Está doblegado, por el momento. Se le han acumulado los errores a un mal resultado que se transforma en una llamada de atención que llega a buen tiempo y no como la temporada anterior.
El talón de Aquiles de Ferrari son las estrategias y su aplicación, ahí es donde no puede fallar. En apariencia, tienen un auto muy rápido y capacidad para responder a las mejoras de Hamilton y su auto.
¿Se nos ha escapado la competencia? Me parece que aún no. Se vienen días complicados para mantener el nivel de Mercedes porque en el calendario se aproxima Mónaco, pista lenta que demanda mucho balance, que no premia a los motores más potentes.
La buena noticia es que si, como parece después e España donde logra su primer pódium del año, la mente de Verstappen se ha calmado aunque sea un poquito, en Mónaco veremos a un piloto más ponderado y eso lo acabará agradeciendo la competitividad.
A Verstappen se le complica la pista de Monte Carlo, se ha pegado fuerte ahí y será una prueba de fuego que debe pasar sin sobresaltos para sumar puntos gordos. Otra cosa a Red Bull no le sirve y es hora de que Max desquite las preferencias que le tienen.
Porque, esto aplica para todos, si queremos ver carreras más entretenidas, más duelos rueda a rueda, acabar discutiendo polémicas, necesitamos recuperar a Verstappen, a Ricciardo y a Red Bull.
Viene Mónaco y es la mejor oportunidad.