Foto: Cuartoscuro Los gastos e ingresos durante los procesos electorales, tanto locales como federales, suelen suscitar polémica dado que los contendientes incumplen su obligación legal de informar de todas sus transacciones  

La campaña electoral mexicana rumbo a las elecciones del 1 de julio llegó hoy a su ecuador sin que ninguno de los candidatos presidenciales haya superado oficialmente el límite de gasto permitido, aunque analistas sospechan que buena parte de sus erogaciones no ha sido reportada.

 

Los gastos e ingresos durante los procesos electorales, tanto locales como federales, suelen suscitar polémica dado que los contendientes incumplen su obligación legal de informar de todas sus transacciones económicas a la autoridad electoral.

 

Los aspirantes a la Presidencia tienen prohibido gastar más de 429 millones de pesos (21,7 millones de dólares) en su campaña, una cifra que probablemente superen, según un informe de la consultora política Integralia.

 

De acuerdo con los datos reportados ante el Instituto Nacional Electoral (INE), el conservador Ricardo Anaya ha invertido durante los 45 días de campaña 160 millones de pesos (8,1 millones de dólares), una cantidad superior a la del resto de los aspirantes juntos.

 

Por contra, Anaya ha ingresado durante el mismo período 172 millones de pesos (8,7 millones de dólares).

 

Los reportes de la autoridad electoral registran como gastos todos los operativos de campaña, actos electorales, transportes y propaganda electoral en medios de comunicación y en la calle.

 

En cuanto a los ingresos, el INE registra las aportaciones hechas por el mismo candidato, los simpatizantes o militantes de su partido, y los recursos públicos a los que tienen derecho los aspirantes presidenciales.

 

El candidato oficialista José Antonio Meade sigue a Anaya con 110 millones de pesos gastados (5,6 millones de dólares), mientras que ingresó una cantidad inferior, de 107 millones de pesos (5,4 millones de dólares).

 

Lejos de Meade y Anaya se sitúa el candidato izquierdista y líder en los sondeos, Andrés Manuel López Obrador, quien ha reportado 23 millones de pesos gastados (1,2 millones de dólares), la misma cantidad de dinero que dice haber ingresado.

 

Los dos candidatos independientes, muy rezagados en las encuestas, renunciaron a recibir financiación pública.

 

Así pues, Margarita Zavala ha gastado 10 millones de pesos (506.842 dólares) de los 15 millones ingresados (760.264 dólares), mientras que Jaime Rodríguez Calderón ha gastado 5 millones de pesos (253.421 dólares), una cantidad superior a los 2 millones ingresados (101.368 dólares).

 

“Lo importante no es lo que reportan porque no refleja la realidad. Recaban mucha más financiación privada de la que dicen”, sostuvo Mata, quien relató que con los gastos pasa lo mismo.

 

De acuerdo con la investigadora, los candidatos pagan dinero a medios de comunicación para intensificar las coberturas sobre sus actos, algo que está prohibido dado que el INE ya ofrece espacios gratuitos para los spots electorales.

 

“El gasto clientelar para promover y movilizar el voto es uno de los gastos más importantes de las campañas y no se reporta”, estimó Mata, quien explicó que “solo con pagar esta estructura ya se rebasa el tope de gasto”.

 

La compra de credenciales de elector o el pago de taxis para transportar votantes a los colegios electorales se hace, según Integralia, con dinero en efectivo porque así es “muy difícil de rastrear”.

 

Un ejemplo de ello ocurrió en las elecciones estatales de Coahuila en 2017, en las que el INE detectó que los partidos rebasaron el tope de gasto en ocho millones de pesos (405.474 dólares).

 

De acuerdo con Mata, la cantidad no reportada fue todavía mayor, pero solo se pudieron detectar gastos irregulares en materia de publicidad en Facebook.

 

Los candidatos “son muy conservadores” en sus reportes y vigilan no reportar más de lo permitido porque la ley permite anular unos comicios si el ganador rebasa el tope de gasto y la diferencia de votos con el segundo aspirante es menor a 5%.

 

El hecho de que algunos candidatos hayan informado de que han gastado más de lo ingresado se explica porque la fiscalización del INE es continua y no se cierra hasta las elecciones, cuando los aspirantes deberán haber cuadrado sus cuentas.

 

La investigadora expresó que el reporte de López Obrador “suena raro”, ya que ha gastado exactamente la misma cantidad que ha ingresado.

 

El izquierdista es, además, el candidato que más tarda en presentar sus informes de financiación ante la autoridad electoral, pues casi la mitad de sus operaciones las reporta fuera de tiempo, según informó el INE.

 

El próximo 1 de julio, alrededor de 89 millones de mexicanos serán convocados a las urnas para elegir al presidente de México para el periodo 2018-2024, además de gobernadores de nueve entidades y a quienes ocuparán otros 3.400 cargos públicos en todo el país.

 

TFA