Roma.- El italiano Gianluigi Buffon, leyenda del Juventus y de la selección “azzurra”, puso este jueves a los 40 años el punto final a su larga trayectoria en esos dos equipos, aunque sin aclarar todavía si seguirá jugando al fútbol o si colgará definitivamente los guantes.
Lo hizo con una rueda de prensa organizada en el centro deportivo del Juventus en el Allianz Stadium (Turín, norte) en la que, muy emocionado, explicó que ha tomado esta decisión de manera serena, convencido de que es el mejor momento para despedirse.
Concluirá su carrera en el conjunto “bianconero” el próximo sábado contra el Hellas Verona en la última jornada de la Serie A (Primera División italiana), en un duelo en el que ofrecerá a su afición los trofeos del doblete, Scudetto (título liguero) y Copa Italia.
El éxito siempre ha acompañado la carrera de Buffon, que empezó su trayectoria de futbolista en el Parma, con el que conquistó la Copa UEFA de 1999, antes de marcar una gloriosa época del Juventus, en el que se quedó diecisiete años, desde 2001.
Crecido con el guardameta camerunés Thomas N’Kono como ídolo, Buffon se convirtió a base de grandes intervenciones en un referente no solo del Parma sino también de la selección absoluta “Azzurra”, con la que debutó el 29 de octubre de 1997, a los 19 años.
Fue el primero de 176 partidos con la selección italiana, una marca histórica a nivel europeo y que, a nivel mundial, está únicamente detrás del egipcio Ahmed Hassan, que disputó 184 encuentros representando a su país.
Tras irse del Parma con tres trofeos, una Copa Italia y una Supercopa, además de la ya mencionada Copa UEFA, Buffon conquistó con el Juventus nueve Scudetti, cuatro Copas Italia y cinco Supercopas nacionales.
A esas alegrías hay que sumar posiblemente la más grande, el título mundial conquistado en la Copa del Mundo de 2006 en Alemania, tras imponerse a Francia, histórica rival de los “azzurri”, en la tanda de penaltis.
Y más allá de los títulos, Buffon se hizo con renombre internacional por sus liderazgo y su lealtad, algo que le reconocen no solo sus compañeros de equipos sino también sus rivales.
Sin embargo, la carrera de “Gigi” tuvo además unas amargas decepciones, que llegaron a la cumbre en su última campaña como futbolista: la primera tiene que ver con el Juventus mientras que la segunda con la selección italiana.
El guardameta cuelga los guantes sin haber podido conquistar una Liga de Campeones, el único trofeo para clubes que falta en su palmarés, pese a rozar esa copa en tres finales (2003, 2015 y 2017).
Su primera decepción se la infligió el Milan en la tanda de penaltis de 2003, mientras que las otros dos llevaron la firma del Barcelona del técnico español Luis Enrique Martínez y del Real Madrid del francés Zinedine Zidane.
Este año, en su última ocasión para alcanzar su sueño, Buffon se cruzó de nuevo con el Madrid y tuvo que despedirse de la forma más cruel de la Copa de Europa, tras saborear una épica remontada en el estadio Santiago Bernabéu.
Los turineses perdieron 0-3 la ida en casa y estuvieron por delante 3-0 en Madrid, antes de que los blancos anotaran el gol del pase a semifinales en el minuto 98 tras conseguir una pena máxima.
En ese caso, la presión pudo con Buffon, que protestó muy duramente al colegiado y que terminó siendo expulsado por su agresiva actitud; sus polémicas declaraciones al acabar el partido generaron mucho debate y representan una página gris en su carrera.
Además, el guardameta italiano formó parte de la selección “azzurra” que cayó en la repesca mundialista contra Suecia el pasado noviembre, lo que le impidió hacer historia con su sexta participación en un Mundial.
Sin embargo, como reconoció Buffon en la rueda de prensa de este jueves, vive sus últimos días como jugador del Juventus con máximo orgullo y satisfacción por haber escrito una página indeleble del fútbol italiano y mundial.
Su futuro todavía no ha sido aclarado: el meta informó de que cuenta con propuestas interesantes para roles “dentro y fuera del campo” y que se concederá algunos días de reflexión antes de tomar una decisión definitiva.
fahl