La exprimera dama Margarita Zavala, quien este miércoles renunció a la carrera presidencial mexicana, dice que no descarta volver a filas del PAN, del que salió para competir, pero rechazó un acercamiento con la campaña de José Antonio Meade.
“Yo no me cruzo las aceras”, asegura.
Desde que se diera a conocer su decisión de renunciar a su candidatura, justo el día en el que se llegó al ecuador de la campaña rumbo a las elecciones del 1 de julio, se ha especulado sobre la posibilidad de que la hasta ahora candidata independiente expresara su apoyo a otras agrupaciones políticas.
La vuelta al conservador Partido Acción Nacional -con el que su marido, Felipe Calderón, subió al poder (2006-2012) y en el que ella llevaba militando más de 30 años- es una puerta abierta: “Nunca descarto las cosas”, afirma en una entrevista con Efe.
“Pero también los motivos por los que salí… fui orillada a renunciar. Y es cierto que yo vi un daño estructural”, reflexiona.
Zavala salió de la agrupación el pasado octubre debido a su desencuentro con el entonces presidente del partido, Ricardo Anaya, ahora candidato presidencial con la coalición Por México al frente.
Desde que esto ocurrió, “no hubo ninguna comunicación” entre ellos durante meses, hasta que el político conservador quiso hablar con ella recientemente y Zavala aceptó solo cuando ya estaba decidida a abandonar la campaña.
“Estaba tomando decisiones y pensé: si yo hablo, mi decisión puede estar afectada en términos de libertad, mejor la tomo sola escuchando lo más posible a la gente cercana”, apunta.
Sobre la posibilidad de acercarse a Meade, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), sentencia con una sonrisa: “Yo no me cruzo las aceras, está complicado”.
Asimismo, defiende que nunca se separó de los valores del PAN, “porque era la doctrina que pensaba”, pero “la verdad es que hoy los partidos están totalmente desdibujados”.
Esto, continúa, lo provocan “las propias alianzas, pero sobre todo el dinero público, que ha sido inmenso y que ha sometido a la política”.
Zavala comenta que “todavía” no se plantea si volverá a presentarse.
“Entiendo la importancia de los liderazgos, pero fui formada en la idea de que las cosas que deben permanecer tienen que estar en torno a las ideas y proyectos de país, y no en torno a la anécdota de un cargo”, razona.
Por el momento, aboga por hacer “organizaciones permanentes que participen en política, que hablen de política”.
“Es difícil para mí decir si eso es un partido o no, quién sabe”, apunta.
Agrega que, de todas maneras, una vez que se sepa el resultado de las elecciones habría que revisar la naturaleza de ese posible movimiento ciudadano, porque “dependería en qué niveles de libertades vamos a estar”.
La ex primera dama argumenta que la decisión de retirarse conllevó “muchos riesgos”, como el de “desaparecer de la escena” política, en la que quiere permanecer.
El anuncio no lo hizo público en un mensaje a medios o en redes sociales, sino que se conoció cuando el grupo Televisa publicó un avance de su entrevista con la excandidata en el que ella comunicaba la noticia.
“Si yo entraba a ese programa sin haber anunciado la decisión, ahí me la iban a sacar, porque soy alguien muy transparente (…) preferí ser muy clara desde el principio”, refiere al respecto.
A lo largo de la campaña, percibió las “inequidades” a las que se someten los candidatos independientes, que este año por primera vez pueden optar a la Presidencia: “Algunas no las dimensioné, ni siquiera la autoridad (electoral)”.
Conocía las normas, pero -matiza- las alianzas entre los partidos se hicieron al mismo tiempo en el que ella recababa los apoyos para poder participar como independiente.
Estas tres alianzas, encabezadas por Anaya, Meade y el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, hicieron que la suma de dinero público que reciben ascendiera hasta los 12.000 millones de pesos (601 millones de dólares).
Por esto, “no hay modo de que no se hayan sometido” al dinero, señala.
Resaltó que los comicios están siendo muy “polarizados”, y que, cuando esto ocurre, los electores van “haciendo una segunda vuelta virtual”, lo que no le daba opciones para continuar.
“Mi propio camino era de testimonio, el mío y el de mi equipo, y yo creo que un testimonio democrático, además”, asevera Zavala, para quien las personas y propuestas que se ha encontrado en su camino “lo compensa todo”.
dca