¿Pueden los indecisos cambiar el rumbo de la elección?
A juzgar por el promedio de posibles electores que aún no decide por quién votar, sí.
En promedio, todas las encuestas hasta ahora publicadas establecen que 25% de los mexicanos con credencial para votar no han decidido por quién hacerlo.
Es un porcentaje muy alto.
La lista nominal de votantes aprobada por el INE contabilizó 83 millones 563 mil 190 mexicanos con posibilidad de sufragar.
Si todos votaran, 25% de esa población equivale a 20 millones 890 mil 797 votos, una cantidad suficiente para determinar el rumbo de los comicios.
Pero como se espera que vote 60% de los ciudadanos inscritos en la lista nominal, que ha sido el promedio histórico en una elección presidencial en México, estarían sufragando el próximo 1 de julio, 50 millones 137 mil 914 ciudadanos.
El 25% de indecisos se reduciría entonces a 12 millones 534 mil 478 votos, que siguen siendo un botín bastante apetecible para cualquier candidato, incluido el puntero de la carrera presidencial que seguro quisiera una rebanada de ese pastel.
Sin embargo, la mayoría de los encuestadores aseguran que Andrés Manuel López Obrador alcanzó ya su tope de intención de voto y que los indecisos serán disputados por José Antonio Meade y Ricardo Anaya.
Los indecisos son esa parte del electorado que conforman ciudadanos difíciles de convencer con discursos; en ese conglomerado se localiza la volatilidad y la indecisión.
Se trata de personas no politizadas y, por lo tanto, no accesibles al comportamiento en masa y poco accesibles a la predicción de las encuestas; razonan más sus decisiones para emitir su voto.
¿Puede ese grupo cambiar el rumbo de la elección? A juzgar por la frialdad de los números, sí.
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Dos senadores presuntamente panistas –no han renunciado al partido-, Ernesto Cordero y José Luis Lavalle, anunciaron que no votarán por Ricardo Anaya para Presidente.
Ambos legisladores forman parte de ese minúsculo grupo –por el número de integrantes- llamado “los rebeldes del PAN’’, por lo cual su anuncio era más que esperado.
Cordero no tuvo empacho en decir que votará por Meade, mientras que Lavalle se limitó a decir que “no votaría por Anaya por autoritario.
“Está obsesionado con el poder, además ha traicionado’’, dijo.
Anaya temblaba de miedo ante el anuncio.
Uy, sí.
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El candidato del Frente al Gobierno de Guanajuato, Diego Sinhué Rodríguez, trae una propuesta que no suena nada mal.
Se trata de la creación de una “policía de gestión’’, conformada por ciudadanos con grado escolar de licenciatura que no sólo se dediquen a la inhibición del delito, sino que cuando haya alguno, puedan levantar un acta en el mismo lugar de los hechos sin esperar a que llegue el ministerio público o que el ciudadano tenga que ir a perder horas para levantar su denuncia.
Dicho modelo policiaco ya se está probando en Morelia, la capital michoacana, y ha logrado que la percepción de inseguridad se reduzca en 26%.
Dada la insuficiencia de los ministerios públicos, cargados de trabajo por el incremento de la ola delincuencial, una policía así sería de gran ayuda para el ciudadano de a pie.
Falta que gane la elección –lleva más de 20 puntos de ventaja a su segundo competidor, del PRI-, pero la propuesta de Rodríguez es atractiva.
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