Si uno revisa el comportamiento de los mercados mexicanos de tipo de cambio y del mercado accionario, el balance en lo que va del año es negativo. Además de factores externos como la Fed y su política monetaria, tanto el desarrollo del TLCAN como el momento del proceso de las elecciones presidenciales y del Congreso están tomando una parte activa en la toma de decisiones de los inversionistas.
Conforme se van acercando los tiempos de definición de tales indicadores, el estatus de una falta de acuerdo en el primero y el riesgo de un cambio de modelo económico están incidiendo en las decisiones de los inversionistas que claramente “prefieren” esperar y pagar por “ver”.
Por el lado del tipo de cambio, el peso está prácticamente en la zona de los 20 pesos por dólar. Si recordamos, en los primeros meses del año, la divisa nacional se ubicaba dentro de las monedas que mejor comportamiento tenían, llegando a tocar 17.93 pesos a la venta en la parte interbancaria, que representaban apreciaciones del orden de 9%. De ese momento, el 17 de abril a la fecha, el peso registró una presión al alza perdiendo más de 11% y ya en el año registrar un retroceso frente al billete verde de 1.6%.
¿Hasta dónde llegará?
La incertidumbre que prevalece ante la falta de un acuerdo “lógico” en varios puntos relevantes de la negociación que busca el Gobierno mexicano en el TLCAN, nos lleva a pensar que es poco probable que en este mayo se pueda cerrar de manera preliminar. Con ello, qué hará el presidente Donald Trump con respecto a los aranceles del acero y aluminio en donde existe una posición exenta a México y Canadá por la propia negociación, pero la presión de que México “no coopera” podría generar un cambio negativo y una posición más radical.
Con respecto a las votaciones, de acuerdo a las últimas encuestas, la ventaja que aún presenta la izquierda genera un riesgo de un cambio de modelo económico que se iría dando en forma gradual durante los siguientes seis años, con una posición más fuerte del gobierno en decisiones en el ámbito económico, político y social. Seguramente los grandes inversionistas esperarán un tiempo para tomar decisiones de inversión o de desinversión e iniciar un proceso de liquidez que afectará, sin duda, al crecimiento económico y el empleo.
Con base en este momento y el riesgo comentado, la divisa nacional podrá estar arriba de los 20 pesos sin problema teniendo niveles técnicos en 20.30, 20.80, 21.15 y/o 22.00 pesos por dólar. Será el movimiento del billete verde frente a la canasta de divisas y el avance de estos dos eventos los que puedan dar mayor o menor velocidad o, en su caso, algunos movimientos de recuperación temporal. También veremos qué hace el Banxico y el Comité de Cambios que lo lleva la SHCP, que pudieran tener injerencia en caso de observar movimientos más abruptos y “desordenados”.
Llama la atención, por otro lado, el comportamiento del mercado accionario, que en lo que va del año registra una pérdida de 7.5% con reportes trimestrales que llegaron al cierre del primer trimestre del año un poco mejor de lo esperado, con crecimientos en venta y flujo operativo promedio de 10% y 13%, respectivamente. No hay duda que grandes fondos están esperando “resultados” de dichos eventos. Veremos si el mercado posee fuerza en algunos rebotes técnicos o se dirige en directo hacia los 44 mil 650 puntos como zona relevante.