Con la creación de las siete Zonas Económicas Especiales, el gobierno federal ha dado una respuesta estratégica para cerrar la brecha de desigualdad entre las regiones Norte-Bajío y Sur-Sureste del país, afirmó Eduardo Sánchez Hernández, vocero del Gobierno de la República.
Aseguró que “la premisa que está detrás de esta política es muy clara: al instrumentar correctamente los programas de fomento productivo, de atracción de inversiones y capacitación de la fuerza laboral, se incrementará el ritmo de crecimiento de las zonas menos favorecidas del país”.
En conferencia de prensa conjunta con el titular la Autoridad Federal para el Desarrollo de las Zonas Económicas Especiales, Gerardo Gutiérrez Candiani, recordó que “no puede haber dos Méxicos; las oportunidades de desarrollo, prosperidad y bienestar deben estar al alcance de todas y todos los mexicanos, sin importar la región donde vivan”.
El también coordinador General de Comunicación Social de la Presidencia de la República mencionó que “se estima que las siete zonas podrán captar inversiones a largo plazo por más de 42 mil millones de dólares, y generar más de 360 mil empleos formales y bien pagados en los próximos años”.
Informó que “al momento ya se han identificado proyectos que implican inversiones por más de siete mil millones de dólares y que en el corto plazo podrán generar alrededor de 24 mil empleos directos”.
Sánchez Hernández recordó que para atraer más inversiones, el presidente Enrique Peña Nieto anunció el pasado 17 de abril la creación de una bolsa de coinversión entre el sector privado y la banca de desarrollo por 50 mil millones de pesos.
“Por primera vez en el país, los tres niveles de gobierno y la iniciativa privada cuentan con un marco legal sólido para impulsar el desarrollo y abatir el rezago histórico del Sur-Sureste del país”, resaltó.
Señaló que “la concentración de inversiones, infraestructura productiva y capital humano en algunas regiones ha significado también rezago para otras, y esa diferencia en los ritmos de crecimiento económico se refleja directamente en el bolsillo y el bienestar de los ciudadanos.
Agregó que la disparidad entre las regiones se manifiesta también en la falta de equidad en las oportunidades de educación y trabajo, pues “ahí donde hay industria, hay más escuelas, hay buenos empleos, hay progreso”.
Para que las Zonas Económicas Especiales cumplan su propósito, aseguró, es indispensable que el Gobierno de la República, los gobiernos estatales y la sociedad civil trabajen de manera coordinada.
“Establecer con claridad la esfera de competencia de cada nivel de gobierno y armonizar las leyes locales con las federales, son elementos clave para detonar el potencial de las Zonas Económicas Especiales”, refirió Eduardo Sánchez.
El funcionario federal apuntó que los “habitantes de estas zonas contarán con alternativas de educación, capacitación y empleo que no habían tenido antes. De esta manera se saldará una deuda histórica con un proyecto de futuro”.
NCG