Preocupación. El Presidente surcoreano, Moon Jae-in, lamentó la decisión y urgió a retomar el plan de paz para la Península
La tensión regresó a la península de Corea, luego de que el Presidente de EU, Donald Trump, canceló la cumbre que iba a mantener el 12 de junio con el líder norcoreano, Kim Jong-un, y aunque abrió la puerta a volver a programarla, amenazó a Pyongyang con una respuesta militar si actúa de forma “imprudente”.
En una carta dirigida a Kim, Trump anunció ayer abruptamente la anulación de la cumbre prevista en Singapur, que habría supuesto el primer encuentro de la historia entre los líderes de EU y Corea del Norte, tras casi 70 años de confrontación y más de un cuarto de siglo de negociaciones fallidas.
Trump atribuyó su decisión de cancelar el encuentro a la hostilidad mostrada por Corea del Norte: “Tristemente, con base en la tremenda ira y abierta hostilidad mostrada en su comunicado más reciente, creo que es inadecuado, en este momento, mantener esta reunión”, le dijo a Kim.
Trump se refería a unas declaraciones difundidas ayer de la viceministra de Exteriores norcoreana, Choe Son-hui, quien acusó al vicepresidente estadounidense, Mike Pence, de hacer declaraciones “ignorantes” y “estúpidas”.
Y es que Pence dijo el lunes pasado que, si no llegaba a un acuerdo con EU, el régimen de Kim podría acabar siguiendo el “modelo libio”.
El país árabe se vio obligado en 2003 a desmantelar su programa nuclear y ocho años después su líder, Muammar elGaddafi, fue depuesto y asesinado.
“Esta oportunidad perdida es un momento realmente triste en la historia”, aseguró Trump en su carta a Kim. “Creo que éste es un gran revés para Corea del Norte, y un gran revés para el mundo”, añadió más tarde el mandatario en declaraciones a la prensa en la Casa Blanca.
Pero Trump no descartó reconciliarse con Kim, y le dijo en su carta: “Si usted cambia de opinión en lo relacionado con esta cumbre tan importante, por favor no dude en llamarme o escribirme”.
Más tarde Corea del Norte informó que está dispuesta a reunirse con Estados Unidos en cualquier momento, según un mensaje de la agencia de noticias estatal KCNA.
La Casa Blanca rebajó después las expectativas de que la reunión pueda volver a programarse para el 12 de junio, al subrayar que queda poco tiempo para “asegurar que la agenda esté clara” antes de esa fecha y que la cooperación norcoreana para prepararla ha sido insuficiente hasta ahora.
Mientras tanto, EU mantendrá sus sanciones y su “campaña de presión máxima” contra el régimen de Kim, recalcó. Trump también advirtió que las Fuerzas Armadas de EU, “que son con diferencia las más poderosas del mundo”, están “preparadas si es necesario” para tomar medidas ante Pyongyang.
En su misiva a Kim, Trump también incluyó una advertencia: “Usted habla de su capacidad nuclear, pero la nuestra es tan masiva y poderosa que rezo a Dios para que nunca tenga que usarse”.
El presidente surcoreano, Moon Jae-in, consideró “muy lamentable y desafortunada” la cancelación de la cumbre. “Estoy perplejo y resulta muy lamentable y desafortunado que la cumbre Corea del Norte-EU no vaya a celebrarse el 12 de junio”, señaló Moon durante una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) convocada en Seúl tras el anuncio de Trump, según un comunicado del Ejecutivo surcoreano.
“La desnuclearización de la península coreana y el establecimiento de una paz permanente son tareas históricas que no pueden abandonarse o retrasarse”, añadió el presidente surcoreano durante el encuentro, que duró aproximadamente una hora.
México espera diálogo
El Gobierno mexicano, a través de la Cancillería, expresó su deseo de que se den las condiciones para reanudar el diálogo entre EU y Corea del Norte para conseguir “la desnuclearización de la Península Coreana y de la paz y la seguridad en esa región y en el mundo”.