A fin de garantizar un conocimiento concreto de las zonas de peligro que rodean al volcán Popocatépetl y ayudar a la toma de decisiones de prevención, acción y construcción, el Instituto de Geofísica de la UNAM presentó la Monografía del Mapa de Peligros del Volcán Popocatépetl.
Dicho trabajo representa un beneficio para las 360 mil 151 personas que viven en 105 mil 305 viviendas asentadas en los 25 kilómetros alrededor del volcán, ya que podrán tomar acciones más acordes a los posibles fenómenos que pudieran presentarse por el volcán.
En conferencia de prensa, el director del Instituto de Geofísica de la UNAM, Hugo Delgado Granados, aseguró que con la elaboración de esta monografía se tiene la oportunidad de hablar sobre los peligros ya que existe una diferencia entre peligro y riesgo volcánico.
Advirtió que el estudio del peligro volcánico es el que ayuda a la prevención de los desastres y ayudan a su mitigación bien planificada, ya que consisten en la evaluación de la probabilidad de un fenómeno volcánico, su magnitud, área y distribución así como alcance.
Y es que hoy una gran parte de la población afectada por el volcán se asentó sin tener presente la peligrosidad de la zona, incluso tiempo después de las erupciones de 1994 y 2001 y que derivaron en la construcción de un centro deportivo que hoy se encuentra sepultado bajo las cenizas.
Explicó que la elaboración de esta monografía es aplicable solo para el Popocatépetl y sugirió hacer uno para cada volcán del país, ya que cada uno presenta una naturaleza diferente.
Al entregar esta monografía al coordinador Nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, Luis Felipe Puentes, manifestó su confianza en que las autoridades extiendan el conocimiento de esta información, ya que es importante también generar una cultura de prevención volcánica como la que se tiene para sismos.
En ese sentido, la investigadora del Departamento de Vulcanología, Ana Lilia Martín del Pozo, advirtió que México tiene que aprender a vivir con los volcanes, pues su territorio tiene una importante zona volcánica en la que el Popocatépetl es el segundo más activo del país.
Explicó que aunque ya pasó por un periodo de calma que permitió el desarrollo de una actividad alpinista y que terminó en 1994, es indudable que se tendrá actividad volcánica para un buen tiempo.
Por ello, expuso que no de debe pasar por alto nunca el uso de cubrebocas en tiempos en que el volcán suelta ceniza, ya que estas afectan mucho a las vías respiratorias, principalmente en invierno para el estado de Puebla y en verano para el Valle de México.
Lo mismo ocurre con quienes viven alrededor de la zona, ya que las emisiones de piedras que acompañan a las cenizas suelen caer como balas, y al igual que estas son mortales al caer del cielo, por lo que nunca se deben pasar por alto las recomendaciones tras producirse una emisión.
NCG