La clase política de antaño lo motejaba como “bala de plata”. Es decir, una acción política preparada con especial dedicatoria para tirar al adversario.
Priistas que hoy –que moldean la última etapa de la candidatura de Pepe Meade- dicen que sí existe la “bala de plata” y que podría ser pública de un momento a otro.
Recuerdan que esa “bala de plata” se disparó antes de tiempo en 2006, y el público la conoció como “los videoescándalos” del Gobierno del DF. Luego vino otro intento con el predio El Encino, que desaforó a López Obrador.
La “bala de plata” fue disparada contra Peña Nieto al inicio de su gestión para marcar el arranque de una campaña que demolió la hoy saliente administración. Fue conocida como la Casa Blanca.
Hoy en el PRI no se atreven a hablar más del tema. “Eso lo saben dos o tres personas, no más”, explican.
Lo que sí saben es que el caso de la cuestionada candidatura de Nestora Salgado al Senado “no es” la “bala de plata”. En realidad el de Nestora es un caso coyuntural “que si prendió bien en la opinión pública, sólo es parte del contexto”.
¿Quiere decir que hay más sobre el tema?
Qué nadie se equivoque, aseguran, el PRI no ha abandonado ningún frente contra Andrés Manuel, y menos contra Ricardo Anaya. ¿Y eso qué quiere decir?
Que sigue vivo el interés político por el presunto lavado de dinero de Ricardo Anaya, en el caso de la coalición PAN, PRD y MC, y por el perdón que Morena y su candidato otorgan a pillos como Nestora Salgado y Napoleón Gómez Urrutia, entre otros.
¿Y la bala de plata…? Se insiste.
La respuesta es seca… “Deben ver con cuidado todo lo que se hace en torno a Napoleón Gómez Urrutia, en contexto de la investigación contra Ricardo Anaya y ahora todo lo que se está armando sobre Nestora Salgado, sólo por citar tres casos”.
La historia parece hacer sentido. En el caso de Gómez Urrutia, un juez exigió al líder minero la entrega de los más de 50 millones de dólares. Pero lo que no hace sentido es lo que sigue. ¿Hasta ahí va a llegar el asunto, nadie cuestionará más la inmoral candidatura de Napito? ¿Nadie la echará abajo?
En el presunto lavado de dinero de Anaya, todos saben que se abrió la carpeta de investigación contra Manuel Barreiro, al tiempo que fuentes financieras dicen que pronto se conocerá una causa penal en Estados Unidos contra el mismo Barreiro, que abrirá el escándalo.
Y de Nestora Salgado, la fiscalía de Guerrero reabrió cinco causas penales, en tanto que -de un momento a otro- el INE recibirá una solicitud para revisar la nacionalidad de la candidata al Senado. Desde distintos frentes –sociedad civil y derechos humanos– empujarán a que el INE le retire la candidatura, lo que ocurrirá tarde o temprano.
Restan 30 días para la elección presidencial y la “bala de plata” puede resultar “bala de salva”. Sin embargo, en el PRI hablan de “la pista del dinero”, otro clásico que también suele terminar en “cartucho quemado”.
Al tiempo.