El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, convocó a las autoridades mexicanas a tomar medidas urgentes para poner fin a la ola de desapariciones forzadas en Nuevo Laredo, Tamaulipas, y sus alrededores, ya que hay indicios de que estos crímenes fueron cometidos por una fuerza federal de seguridad.
La Oficina en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (ONU-DH) documentó la desaparición de 23 personas (21 hombres y dos mujeres), incluyendo cinco menores de edad, en Nuevo Laredo, de febrero a mayo de 2018.
“Las personas habrían sido detenidas por uniformados mientras caminaban o manejaban por carreteras y, según la información recibida, se han encontrado varios vehículos al lado del camino, quemados y baleados”, detalló la ONU-DH. De acuerdo con testimonios recabados, estas desapariciones fueron perpetradas entrada la noche o al amanecer, por miembros de una fuerza de seguridad federal; Zeid destacó que muchas de estas víctimas habrían sido detenidas arbitrariamente y desaparecidas mientras realizaban actividades de su vida cotidiana.
“Es particularmente horrífico que al menos cinco sean menores, tres de ellas muy jóvenes, tan sólo de 14 años. Estos crímenes, perpetrados durante cuatro meses en un solo municipio, son indignantes”, expresó el funcionario de la ONU. Al cierre de esta edición, el Gobierno de la entidad analizaba emitir un posicionamiento sobre las declaraciones del alto comisionado.
Por su parte, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) indicó que, de febrero al 30 de mayo, recibió 21 quejas referentes a la desaparición de 31 personas: 29 hombres y dos mujeres, entre ellos siete menores de edad. Por ello, la CNDH ha solicitado informes a la Secretaría de Marina (Semar), la Procuraduría General de la República (PGR), la Procuraduría General de Tamaulipas, la Secretaría de Seguridad Pública del estado y al presidente municipal de Nuevo Laredo.
MOTÍN EN REYNOSA
La Secretaría de Seguridad Pública de Tamaulipas informó de un motín la noche del martes en el Centro de Ejecución de Sanciones de Reynosa, el cual fue controlado de forma “casi inmediata”. Sin embargo, uno de los internos murió y otros ocho resultaron lesionados en el operativo.
JNO