El actual proceso electoral exige el esfuerzo de todos para realizar los comicios en un entorno democrático, de paz, seguridad y respeto, porque “la violencia no construye democracia”, afirmó el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez.
Al inaugurar, en Manzanillo, el XLVIII Congreso de la Federación Mexicana de Organismos Públicos de Derechos Humanos, señaló que los derechos humanos no tienen colores ni filiaciones políticas, y por ello las diferencias de opinión deben dirimirse por la vía institucional.
González Pérez destacó la importancia de la pluralidad y tolerancia como claves para la convivencia pacífica que nuestra sociedad reclama con urgencia, y planteó que la legalidad de las instituciones democrática y el respeto a los derechos humanos no son negociables, ni están sujetas a intereses o coyunturas políticas.
Acompañado por el gobernador de Colima, José Ignacio Peralta Sánchez, el presidente de la CNDH reiteró la imparcialidad, transparencia y objetividad de esa institución, con independencia de qué persona y partidos obtengan los puestos públicos merced a las elecciones.
Demandó a las autoridades de los tres niveles de gobierno mostrar en los hechos su compromiso con el respeto y defensa de los derechos fundamentales, así como cumplir los planteamientos formulados a la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago).
En presencia de Jaime Rochín del Rincón, presidente de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, se pronunció por fortalecer las estructuras de las instancias locales, pues en algunas entidades no se ha materializado la reparación del daño en ninguna ocasión.
Destacó que se requiere quitar la burocracia a esas comisiones, dar mayor celeridad a sus actuaciones y que no revictimicen a las víctimas, todo de acuerdo con un comunicado de la CNDH.
Los representantes de las comisiones agrupadas en este organismo federado, rindieron homenaje póstumo a quien fuera presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Baja California Sur, Silvestre de la Toba Camacho, asesinado el 20 de noviembre pasado junto con su hijo Fernando.
El presidente de la CNDH convocó a sus homólogos estatales a demandar a los gobiernos locales las condiciones para que las instituciones públicas de derechos humanos defiendan la dignidad de las personas y dotarlas de recursos suficientes.
En su oportunidad, el gobernador de Colima, José Ignacio Peralta Sánchez, externó su solidaridad a la familia del que fuera ombudsman de Baja California Sur, cuyo crimen también ofende la dignidad de todos los mexicanos.
Adelantó que el Congreso del estado revisará la legislación local en derechos humanos y ofreció su respaldo para sensibilizar a sus colegas gobernadores de otras entidades, para dotar de recursos suficientes a las Comisiones de Derechos Humanos.
fahl