El periodismo no es un acto de fe. Y, cuando decimos que Nestora Salgado no será senadora, es que existen las evidencias que lo avalan. ¿Y cuáles son esas evidencias?
1. Lo primero que se debe aclarar es que la candidata de Morena al Senado –por la vía plurinominal-, Nestora Salgado, no ha sido exonerada de los delitos por los que se inició acción penal en su contra.
Es decir, que la “lideresa” no cuenta con una sentencia ejecutoria a su favor, en donde un juez la declare inocente de los cargos de homicidio, secuestro y violación de derechos humanos, cuando encabezaba la policía comunitaria de Olinalá.
2. La candidata no es acusada de uno o dos presuntos delitos. No. Lo cierto es que la autoridad judicial de Guerrero desempolvó hasta cinco causas penales; dos por secuestro agravado, dos más por secuestro simple y una por homicidio.
3. En efecto, el INE no revisó si la candidata Salgado tenía o no la doble nacionalidad: mexicana y estadounidense. ¿Y por qué la aparente falta del árbitro electoral?
Porque los requisitos para ser candidato a un puesto de elección popular parten de la buena fe que la autoridad deposita en el aspirante. Es decir, la autoridad confía en que los candidatos a puestos de elección popular dicen la verdad y no actúen de mala fe. Por tanto no pretenden engañar al árbitro.
4. Por eso, hoy el INE no es la instancia responsable de ratificar y/o desechar la candidatura de Nestora. En cambio, el INE pudo y puede rechazar la candidatura –sí y sólo sí- en alguno de los siguientes pasos procedimentales; primero –lo cual ya ocurrió-, cuando se registra la candidatura y, segundo, al instante en que se entrega la constancia de ganadora.
Para que proceda la cancelación en el segundo momento, la autoridad electoral debe contar con una impugnación del resultado electoral. Y, en este caso, la impugnación sería la doble nacionalidad.
5. Justo en ese momento es cuando aparecerá una avalancha de impugnaciones a la candidatura de Nestora Salgado; reclamos que van desde la doble nacionalidad –lo cual contradice el requisito constitucional de ser mexicano por nacimiento-, hasta las pruebas de que se trata de una presunta delincuente que violentó los derechos humanos de sus víctimas, en su papel de policía comunitaria.
6. Y frente a las impugnaciones, el INE presentará un dictamen que, posteriormente, llegará al Tribunal Electoral, en donde los magistrados determinarán la procedencia o no de la anulación de la candidatura.
7. Especialistas en derecho electoral consultados dicen que -a pesar de la defensa de Morena y su candidato presidencial- las posibilidades de que el Tribunal deje pasar a Nestora son casi nulas, por lo apabullante de la ofensa social que significa llevar al Senado a una secuestradora.
8. Por lo pronto, en el terreno político, la mejor salida es que Morena retire la candidatura de Nestora y la sustituya para no perder la posición. Claro, si la ley lo permite.
Al tiempo.