La Copa Mundial de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) se ha convertido, posiblemente, en el trofeo más conocido y codiciado en todo el orbe.
Todo aficionado al futbol ha soñado o se ha imaginado levantándola en algún momento de su vida; pero poca gente sabe algunos datos curiosos de este galardón.
“Es un orgullo, siempre se lo digo a mis jugadores: ‘30 días de sacrificio para darle un beso a esa Copa no es nada en la vida de un hombre. Es tocar el cielo con las manos”, aseguró el astro argentino Diego Armando Maradona.
La historia de la Copa Mundial, que han levantado algunos de los mejores jugadores de la historia como Maradona o el francés Zinedine Zidane, inició cuando el italiano Silvio Gazzaniga participó en un concurso de diseño de trofeos para determinar la que sería la nueva Copa que sustituiría a la Jules Rimet a partir de 1974.
La idea de Gazzaniga era que la Copa tuviera personalidad propia, que transmitiera poder y energía, que tuviera una solidez que al combinarse con las líneas evocaran dinamismo.
Por lo que su diseño de dos figuras humanas cargando un globo terráqueo sobre sus hombros fue la imagen que convenció más a la Federación Internacional de Futbol Asociación dentro de las 53 alternativas que había.
El proyecto fue hecho realidad finalmente al fabricar un trofeo con oro de 18 quilates con incrustaciones de malaquita, un mineral que se puede encontrar en todos los continentes y es verde como los campos de futbol.
Mide 36 centímetros de alto y pesa poco más de seis kilos, los cuales son insignificantes si se trata de coronar el punto más alto de la carrera de un futbolista profesional, sin duda, el momento que se queda cada cuatro años en la retina de los aficionados.
La importancia de esta estatuilla es tal, que las únicas personas que pueden tocarla sin guantes son los jugadores que han logrado quedar campeones en una Mundial y los jefes de estado.
El primer futbolista que levantó este reconocimiento fue el alemán Franz Beckenbauer cuando la entonces Alemania Federal se impuso a Holanda por 2-1.
Mientras que cuando tocó suelo mexicano, Maradona fue el encargado de recibirla después de derrotar en 1986 a los alemanes 3-2.
En esta ocasión, 32 combinados nacionales disputarán el poder levantarla, y aunque no puedan llevarse el trofeo a casa porque su lugar es el Museo del Futbol Mundial de la FIFA, el hecho de poder escribir el nombre de su país en la parte inferior de la misma hará que disputen cada balón con coraje y ahínco.
DAMG