Desde su desventaja, lo ven como una segunda vuelta.
Hipotética, porque legalmente no existe en México.
Y para efectos prácticos, tampoco lo es.
Pero el término es lo de menos.
Lo importante es ver cómo revolucionan sus respectivas campañas para ofrecerse como opción de gobierno y, con reposicionamiento, dar la pelea a Andrés Manuel López.
Aunque con diferentes términos, en esta percepción coinciden y se organizan para ello los estrategas del priista José Antonio Meade y el panista Ricardo Anaya.
En los dos priman dos objetivos:
En primer lugar, aparecer como el segundo en la contienda y con inercia de crecimiento sostenido, para lo cual no hay un plazo amplio: si acaso el 15 de junio.
Y en segundo, con base en esa creencia generalizada -percepción, no encuestas-, ir tras el voto de los indecisos y de quienes no quieren desperdiciar su sufragio con un rezagado tercer lugar.
Con base en experiencias anteriores, creen los grupos de campaña de los dos candidatos presidenciales, los electores dubitativos se definirán en los 15 días previos a las votaciones.
Inclusive al momento de llegar a la urna.
Por eso piensan tener tiempo todavía.
LUCHA A MUERTE MEADE-ANAYA
La estrategia, empero, generará víctimas.
No tiene sentido considerar a Jaime Rodríguez el Bronco porque no pinta en las preferencias y su registro fue una generosidad del Trife.
Pero José Antonio Meade y Ricardo Anaya están obligados a superar al contrincante -y los dos prometen hacerlo-, si desean pelear el triunfo a Andrés Manuel López.
Con otra condición: deben crecer con rapidez en las encuestas -más de medio punto porcentual cada día- para posiciones en el ámbito social y político como alternativa de victoria.
Sólo así podrán entusiasmar a ciudadanos hoy indiferentes, sin candidato preferido o abiertamente adversarios del tabasqueño y temerosos de su proyecto de gobierno.
Los dos grupos de estrategia están convencidos de ello y completan su plan del último mes con un dato: quien tenga mejor estructura tiene ventaja sobre el otro.
Ese trabajo sólo se hace en tierra y ahí la ventaja es priista.
OSORIO, EN CAMPAÑA DE MEADE
1. Para quienes hablan de traiciones en el priismo o al menos de inacción –brazos caídos en el argot electoral-, el acto de ayer en Hidalgo lo desmiente.
Uno de los mítines más concurridos, colorido, ánimo y la presencia de Miguel Ángel Osorio Chong y el gobernador Omar Fayad.
Si hay traiciones, será en otra parte.
2. También en el Estado de México ha apretado el priismo.
Luis Manuel Orihuela sumó liderazgos panistas en Tlalnepantla, y así incrementa sus posibilidades de conquistar la presidencia municipal.
Lo mismo hizo el tricolor en Ecatepec, donde incluyó a sectores antaño identificados con el perredismo o Morena.
Además, agregó a Mario Antonio Fregoso, un negociador de bajo perfil y cercano a Eruviel Ávila, pero muy efectivo sobre todo por sus cercanías con las iglesias.
3. La Cámara Nacional de Cemento presentará mañana sus propuestas a medios y candidatos para impulsar el crecimiento del país.
Su presidente Mauricio Doehner confirmó la presencia de todos los aspirantes presidenciales a su evento en un hotel de Polanco.