Dentro del Movimiento Regeneración Nacional se dicen sorprendidos de lo que ya califican como la ola de López Obrador. Si bien aún falta pasar por la aduana de la jornada electoral del 1 de julio, en distintos niveles los dirigentes de Morena ya dan por ganador a su candidato presidencial.
Pero no sólo eso, pues los morenistas ya se ven ganando la mayoría de las Cámaras de Diputados y Senadores y la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, siete de nueve gubernaturas y 13 de las 16 alcaldías de la capital del país.

Ven desde Morena que la ola lopezobradorista es similar o mayor a la que llevó al panista Vicente Fox a la Presidencia de la República, sólo que entonces quedó conformado un Congreso de la Unión con un PRI lo suficientemente fuerte para obligar al gobierno panista a negociar y a cogobernar con el Poder Legislativo.

En esta ocasión no vislumbran un contrapeso real, y ya se ven con el control del Congreso federal, pues aseguran que la alianza PANPRDMovimiento Ciudadano no sobrevivirá después del día de la elección y que la que conforman PRIVerdeNueva Alianza se quedará en un lejano tercer sitio que no le dará para tener influencia en el Legislativo.

Así las cosas, los morenistas si bien siguen en campaña, en sus cúpulas ya no están pensando en el día de la jornada comicial, sino en la transición y en la conformación del Gobierno federal y el de la Ciudad de México con López Obrador y Claudia Sheinbaum a la cabeza.

Las discusiones al interior de Morena ya se comentan en el sector empresarial, los medios y grupos organizados de la sociedad civil, y lo que trasciende es ya el intercambio que existe dentro de su dirigencia para la integración del gabinete presidencial y el del Gobierno de la Ciudad de México, así como la creación de nuevas alianzas con los grupos de influencia en los distintos sectores económicos y sociales.

El día de la elección aún no llega, pero estamos a prácticamente tres semanas, y López Obrador sigue amarrado como puntero y a diferentes distancias el panista Ricardo Anaya mantiene el segundo lugar, por lo que seguramente los llamados al voto útil de los amplios grupos que rechazan al Peje se multiplicarán y habrá que ver si esto influye en el resultado, pero la única posibilidad de que Anaya alcance a AMLO pasa por el desfonde el PRI y sus aliados.

Pero no sólo eso, sino también los llamados al sufragio diferenciado pidiendo a quienes voten por AMLO que no le den a Morena su voto al Congreso, lo que en realidad se ve muy complicado.

Sin embargo, en todos estos escenarios los priistas tendrían que de plano entregarle la plaza a Ricardo Anaya y a la coalición Por México al Frente, y no hay ninguna garantía de que si lograran ganarle al Peje pudieran llegar a construir un gobierno juntos.

Así las cosas, se ve un panorama muy complicado para los contrincantes de Andrés Manuel López Obrador en la recta final de esta elección. Habrá que ver cómo se desempeñan los candidatos en el tercer debate del próximo martes 12 de junio y si Anaya y José Antonio Meade tienen un torpedo con la suficiente carga para hundir o, por lo menos, desfondar el barco de López Obrador y Morena.