Las limitaciones del cine nacional, en su producción y su falta de alcance con el público, fue uno de los ejes en el discurso de Ernesto Contreras, director de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), durante la 60 entrega de los Premios Ariel.
Desde ahí, apuntó que el 72 por ciento de la población no tiene acceso al cine, ya sea porque no tiene recursos o no tiene un cine cercano. Por ello, sostuvo que el cine mexicano necesita medidas de protección a la exhibición.
“Aspiramos a que nuestro cine sea reconocido no como un enfermo al que hay que darle un trato especial, sino como uno de los pilares de nuestra cultura; y que, como tal, se garantice y proteja su creación y el libre acceso a él por parte del público”, declaró.
Al hablar del público, consideró que no es el último elemento de un proceso, sino que está en el centro de la creación. “El cine registra e interpreta el mundo que nos rodea. Nos permite hacer un ejercicio de memoria y reflexión sobre el país que fuimos, el que somos, y el que soñamos”, explicó.
En ese mismo sentido, al ganar seis estatuillas por su película Sueño en otro idioma, el también director afirmó que estaba tranquilo, porque obró con la mayor ética posible.
Cuando se conoció que su cinta competiría en los premios Ariel, surgió una polémica, ya que él estaba como presidente actual de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (Amacc).
“Sé que tome las decisiones adecuadas desde que asumí el cargo, como renunciar a la categoría de dirección, pero estoy tranquilo, porque no hay que olvidar que este es el producto del trabajo de todos los compañeros y no podía privarlos a ellos por una decisión personal”, dijo Contreras a los medios.
De la película, actualmente en cartelera, dijo le gustaría permaneciera más tiempo, aunque sabe que no depende sólo del premio. Sin embargo, compartió que la cinta ya fue vendida a otros países como Estados Unidos y Holanda, en este último país se estrenará el próximo mes de agosto.
¿CÓMO FUE EL CINE EN MÉXICO EN 2017? (Según datos de Canacine)
Se vendieron 348 millones de boletos, 17 millones más que en 2017.
México es el cuarto país donde asiste más gente al cine, detrás de India, China y Estados Unidos.
Igualmente aparece en el cuarto lugar de los países con más salas de cine, con 6, 742, también debajo de las anteriores naciones.
Los ingresos en taquilla sumaron 16,661 millones de pesos. En 2016 fue de
15, 254 millones de pesos.
El precio del boleto aumentó 3.6% respecto al 2016.
Se ubica en el séptimo puesto de los 10 países con el precio promedio del boleto más bajo del mundo.
Se estrenaron 89 películas, cuatro películas más que el año anterior.
Las películas estrenadas provenientes del diversos países del mundo, 193, superaron las 181 de Estados Unidos.
De acuerdo con el IMCINE, entre 2015 y 2016, el PIB de la industria cinematográfica creció 15.1%.
En 2016, la industria cinematográfica generó 28, 434 puestos de trabajo ocupados, 6.8% más que en 2015.
De los empleos generados por la industria en 2013, 40.6% los ocuparon mujeres.
El costo promedio por película mexicana, en 2017, fue de 24.8 millones de pesos.
En 2016, el producto interno bruto de la industria cinematográfica ascendió a 18 376 millones de pesos, el 0.10% del PIB de la economía nacional en el mismo año.
JNO