Buena parte de periodistas, articulistas e intelectuales que militan en la causa de Morena, y que ya celebran una victoria adelantada de su candidato presidencial, son los mismos que acuñaron el maniqueo discurso de que las televisoras y, en especial Televisa, construyeron a Presidentes como Felipe Calderón y Enrique Peña.
Durante años dedicaron toneladas de tinta y papel para sembrar en la conciencia colectiva la idea –templo del maniqueísmo- de que Televisión Azteca y Televisa habían sido los pilares de la construcción de Presidentes en México.
Lo mismo en portadas, artículos, ensayos y libros, los periodistas, articulistas e intelectuales que se decían de izquierda recordaban al patriarca Azcárraga cuando se declaró soldado del PRI, mientras que reiteraban el lance de Ricardo Salinas cuando censuró con ferocidad impensable al gobierno del izquierdista Cuauhtémoc Cárdenas, en el DF.
Para la “chabacana” izquierda intelectual mexicana, las televisoras eran el mismísimo “Satán”. Pero se quedaron cortos cuando el líder de esas dizque izquierdas –Andrés Manuel López Obrador– fue más allá cuando incluyó a Televisa y Televisión Azteca en el selecto grupo de “la mafia del poder”; minoría rapaz que, según AMLO, secuestra Los Pinos.
Lo curioso es que todos esos periodistas, articulistas e intelectuales que rabiosos insultaron a las televisoras y por décadas criticaron el clientelismo, el oportunismo, la antidemocracia y el populismo del PRI, hoy deben tragar sapos y serpientes y gastar otras toneladas de tinta y papel para explicar que Morena –el nuevo PRI- y su candidato –AMLO- también son hechura de Televisa y Televisión Azteca.
¿Cómo van a explicar a lectores y audiencias que la realidad y el tiempo colocaron a esos periodistas, articulistas e intelectuales en el mismo lugar de aquéllos a los que criticaron por décadas? ¡Ay, José Emilio Pacheco, cuánta verdad en tu clásico “De viejos son todo aquello que criticaron a los 20”.
Pero no, que nadie se equivoque. Televisa sigue siendo el mismo soldado del PRI, hoy enmascarado como Morena. Televisa es la misma empresa que hace política y que, por eso, siempre estará con el ganador.
Y Televisión Azteca, de Ricardo Salinas, hizo lo mismo que durante su nacimiento como empresa privada. Su cálculo político los hizo salinistas y parte del sistema –sea en el PRI, sea en el PAN-, y hoy, como pocos, entendió que la supervivencia en el sistema salinista está en Morena, el nuevo y verdadero PRI. ¿O existen incautos que dudan que Morena es el nuevo y verdadero PRI?
Lo simpático del asunto es que en el circo del cálculo político de las televisoras, el papel de payasos de las cachetadas lo desempeñaron periodistas, articulistas e intelectuales que hoy están en el nuevo PRI, en Morena, y son hechura de las televisoras.
La tragedia es que las televisoras derriten a su antojo la conciencia de plastilina de periodistas, articulistas e intelectuales.
Al tiempo.