Foto: Especial La cita, pactada hace pocas semanas, rompe con el aislamiento en el que vive sumida Corea del Norte y ocurre tan solo 24 horas después de una ríspida cita del Grupo de los Siete (G-7)  

El presidente de EU, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, se dieron un apretón de manos al inicio hoy de su histórica cumbre en Singapur, la primera de la historia entre los dos países.

Trump entró por la derecha y Kim por la izquierda a un patio del hotel Capella en la isla de Sentosa, y se estrecharon la mano sobre una alfombra roja y frente a una decena de banderas de Estados Unidos y Corea del Norte.

El presidente estadounidense dirigió unas pocas palabras al líder norcoreano y le tocó levemente el brazo derecho, mientras Kim le dijo: “encantado de conocerle señor presidente”.

Ambos posaron ante las cámaras con el rostro serio y no sonrieron hasta justo antes de entrar en la sala donde mantienen su primer encuentro.

“Me siento realmente bien. Vamos a tener una gran conversación y creo que un éxito tremendo”, dijo Trump ya sentado a la izquierda de Kim al comienzo de su reunión de 45 minutos a solas.

“Creo que va a ser algo realmente exitoso y creo que tendremos una relación estupenda, no tengo dudas”, agregó.

Por su parte, el líder norcoreano aseguró que su país y Estados Unidos han superado “muchos obstáculos” para conseguir celebrar la histórica cumbre.

“No ha sido fácil llegar hasta aquí, ha habido muchas viejas prácticas, prejuicios y obstáculos en nuestro camino hasta llegar aquí, pero hemos superado todo eso”, dijo Kim.

La reunión a solas irá seguida de un encuentro de trabajo con sus respectivas delegaciones y un almuerzo.

La reunión, cuyo objetivo es tratar la posible desnuclearización de Pyongyang, es la primera entre mandatarios de ambos países tras casi 70 años de confrontación a raíz de la Guerra de Corea (1950-1953) y 25 de negociaciones fallidas y tensiones a cuenta del programa atómico norcoreano

 

JMSJ