Foto: Reuters En la Estación ya se encontraban el comandante de la Expedición 56, Drew Feustel, y los ingenieros de vuelo Ricky Arnold de la NASA  

FRANKFURT- El astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA) Alexander Gerst, que llegó el pasado día ocho a la Estación Espacial Internacional (ISS), alerto hoy del deterioro de la atmósfera sobre la Tierra y aseguró que desde esa instalación se observa el efecto de la contaminación sobre el Amazonas.

 

Gerst dio una rueda de prensa desde la ISS para un grupo de periodistas reunidos en el centro de astronautas de la ESA en Colonia (Alemania).

 

El astronauta que asumirá el mando de la estación durante la segunda parte de la misión “Horizons“, dijo que “el cambio climático no es evidente, no es algo que se pueda ver con claridad desde la calle y presentar en una foto”.

 

“No es que pueda decir el aire es verde en vez de azul, no es tan fácil, pero si hacemos esta atmósfera inevitable, se ha acabado con la Humanidad”, según Gerst.

 

El geofísico alemán va a probar formas de operar y trabajar con robots para desarrollar las técnicas necesarias y avanzar en la exploración humana y robótica del Sistema Solar, como el manejo de róveres mientras se orbita otro planeta, como los que hay en la superficie de Marte.

 

Gerst relató que el viaje espacial de dos días hasta el ISS no fue muy romántico, pues hubo un problema técnico con un sensor del que tuvo que ocuparse como copiloto y por ello no tuvo tiempo de mirar por la ventana.

 

Al ser preguntado por el histórico encuentro entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, explicó que en la ISS reciben las noticias con un día de retraso, por lo que los problemas pequeños se quedan en un segundo plano y los principales tienen más importancia.

 

Y contó que echa de menos poder tirarse a la cama y relajarse completamente, algo que no se puede hacer en la Estación por la falta de gravedad, aunque sí puede dormir.

 

Gerst, que realizó entre mayo y noviembre de 2014 la primera misión en la Estación (Blue Dot o punto azul), no se atrevió a hacer apuestas sobre qué país ganará el próximo Mundial de fútbol, que se celebra en Rusia, y dijo que durante la cena miran los partidos en los ordenadores portátiles cuando tienen algo de tiempo.

 

El astronauta destacó que la ISS se ha conseguido gracias a la cooperación internacional y deseó que se mantenga en proyectos en la Luna y Marte, por ejemplo.

 

Con Gerst es la segunda vez que un europeo asume el mando de la Estación, después de que el astronauta belga de la ESA Frank de Winnie lo hiciera en 2009, mientras en 2019 lo hará el italiano Luca Parmitano.

 

La tripulación de la misión “Horizons”, formada por Gerst, el cosmonauta de la agencia rusa Roscosmos Sergei Prokopyev, comandante de la nave, y la astronauta de la agencia estadounidense NASA Serena Auñón-Chancellor, llegó el pasado viernes a la Estación después de un viaje de dos días a bordo de un Soyuz MS-09.

 

Con su llegada el número de ocupantes de la Estación vuelve a ser seis personas.

 

En la Estación ya se encontraban el comandante de la Expedición 56, Drew Feustel, y los ingenieros de vuelo Ricky Arnold de la NASA y Oleg Artemyev de Roscosmos.

 

Feustel, Arnold y Artemyev permanecerán a bordo de la ISS hasta octubre, mientras que Auñón-Chancellor, Gerst y Prokopyev regresarán a la Tierra en diciembre.

 

Sus principales investigaciones incluyen una nueva instalación para estudiar gases cuánticos ultrafríos, la primera de tipo comercial europea para llevar a cabo investigaciones de microgravedad, y un sistema que utiliza fuerzas de superficie para lograr la separación líquido-líquido, según datos de la NASA.

 

La Estación da vueltas sobre la Tierra a una altura de 400 kilómetros y una velocidad de 28 800 kilómetros por hora, por lo que solo tarda 90 minutos en realizar una circunferencia completa.

 

Cada día experimenta 16 amaneceres, 16 atardeceres y varias salidas y puestas de la Luna y se ve como una estrella o aeronave muy brillante que se desliza por el cielo.

 

DAMG