Autoridades y organizaciones humanitarias, coordinadas por Cruz Roja, ultiman los preparativos para atender en el puerto español de Valencia a los 629 inmigrantes subsaharianos rescatados en el Mediterráneo por el buque Aquarius, que llegarán dentro de unos días.
El “gesto” del Ejecutivo español, que se ofreció a acogerlos tras la negativa de Italia y Malta, despertó la solidaridad de gobiernos regionales, más de 200 municipios, con Madrid, Barcelona y Valencia a la cabeza, entidades como la Iglesia Católica y particulares, todos dispuestos a colaborar.
Mientras tanto, arreciaron las voces críticas con Italia y las que piden responsabilidad a la Unión Europea (UE).
La ministra española de Justicia, Dolores Delgado, afirmó hoy que asistir a la nave Aquarius es cumplir con el derecho humanitario y con convenios internacionales, y no descartó que “acaben existiendo responsabilidades penales internacionales” por la actuación de Italia.
Delgado subrayó la necesidad de tratar la política migratoria desde una perspectiva europea, con la participación de todos los países de la UE.
El presidente de la región española de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, denunció que la actitud del Gobierno de Italia “va contra la legalidad internacional” al responder con “xenofobia”, y afirmó que Europa es “corresponsable”.
La vicepresidenta del Gobierno español, Carmen Calvo, resaltó que España cumple con sus obligaciones internacionales al optar por recibir al Aquarius, al tiempo que ha dado una “imagen impecable” como país. Varios ministerios, como Interior, Fomento y Defensa, se han implicado en la operación de acogida.
La organización Amnistía Internacional (AI), que consideró “valiente” la medida del Gobierno español, denunció “las deficiencias estructurales del sistema de asilo en Europa”.
Italia inició hoy el traslado de inmigrantes desde el Aquarius a otras dos naves de su Armada en alta mar para aligerar el peso del buque e iniciar el viaje hacia el puerto español, indicaron a Efe fuentes de la ONG francesa SOS Mediterranée a la que pertenece el Aquarius.
Según las autoridades regionales valencianas, Cruz Roja coordinará el dispositivo de llegada y primera acogida, dada su amplia experiencia. Ya están preparadas las camas y los alimentos necesarios.
La vicepresidenta regional, Mónica Oltra, explicó que los inmigrantes llegarán a Valencia en el plazo de tres o cuatro días desde que comience la travesía hacia España.
Las autoridades pidieron a SOS Mediterranée que faciliten información de los inmigrantes para saber las edades, si hay personas mayores y menores no acompañados y el estado de salud de las mujeres embarazadas, entre otros datos.
Todas las ONG están movilizadas, así como entidades privadas, el Arzobispado de Valencia y personas particulares, resaltó Oltra, valoró la solidaridad.
El jefe de la Unidad de Emergencias de Cruz Roja, Íñigo Vela, aseguró a Efe que el dispositivo para recibir a los inmigrantes se puede montar perfectamente de manera “inmediata”, y será suficiente con los recursos humanos y materiales disponibles en la región valenciana.
Cruz Roja, que cuenta con medios habituales en los lugares donde suelen llegar pateras con inmigrantes, dispone también de un plan de contingencia para grandes llegadas.
“Todas estas cuestiones están previstas, aunque Valencia no es una de las ubicaciones habituales”, según Vela.
Cruz Roja mantiene dispositivos de ayuda permanente en la costa mediterránea española desde Alicante (este) hasta Tarifa (sur), y en las ciudades norteafricanas de Ceuta y Melilla.
Son las zonas de mayor presión migratoria irregular, tanto por mar desde el norte de África como por tierra en el caso de las vallas que separan Ceuta y Melilla de Marruecos.
La presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, afirmó que todo lo que sea tener un comportamiento humanitario es “bienvenido siempre”.
En general, los grupos parlamentarios españoles saludaron la decisión del Gobierno español, con algunas críticas a Italia, las políticas migratorias europeas y llamadas a la UE para encontrar soluciones globales y coordinadas para las crisis migratorias.
No obstante, el PP (centroderecha), principal partido de la oposición, instó hoy al jefe del Ejecutivo, el socialista Pedro Sánchez, a no usar con fines propagandísticos gestos humanitarios como éste.
También le pidió prudencia para ayudar a frenar la inmigración ilegal en lugar de acrecentarla, pues es un problema” de toda la UE, y hay que resolverlo en ese escenario.
Según el último informe del Ministerio español del Interior, la llegada de inmigrantes a España por mar casi se duplicó en los primeros cinco meses de este año, al incrementarse en un 94,1 %, hasta 8.162 personas.
DAMG