Por ello, lanzaron un llamado al jefe de Gobierno, José Ramón Amieva, para que se respeten sus títulos de concesión y fuentes de trabajo. De lo contrario, advirtieron que realizarán manifestaciones y acudirán a los juzgados federales para resolver su problema.
Los transportistas afirmaron que aunque Semovi en un oficio les autorizó trabajar de manera normal, cuando intentan sacar sus unidades, hay una persecución por parte de las autoridades que con cualquier pretexto les imponen multas por montos desde 8 mil hasta 30 mil pesos y los remiten al corralón, lo cual afecta la economía de las familias que dependen del servicio de transporte.
“Los argumentos del personal del Instituto de Verificación Administrativa para enviar las unidades a los depósitos vehiculares van desde la alteración de la cromática hasta prestar un servicio pirata que conlleva a multas de entre ocho mil y 30 mil pesos, cuando nuestras vagonetas cuentan con autorización”, dijo.
En conferencia de prensa, René Soto Carmona, uno de los concesionarios, explicó que la empresa Trioxa, liderada por el transportista Fernando Ruano, se apropió del derrotero que por años ha pertenecido a decenas de transportistas que operaban bajo el modelo hombre-camión.
Detalló que la empresa, sin contar con los permisos e incluso sin placas, comenzó a dar servicio con 53 unidades; sin embargo, al ser mayoritarios, hicieron que se les tomara en cuenta como los únicos vehículos con la autorización legal de Semovi.
Destacó que los 53 transportistas afectados se niegan a integrarse a Trioxa, porque en la firma no tendrían ningún lugar de decisión, al ser propietarios minoritarios. Y es que Fernando Ruano, dijo, sin tener ninguna injerencia en la Ruta 10, tiene tratos para encabezar la operación del recorrido.
Raúl Felipe Saldaña, concesionario que opera en la ruta desde el año 1975, denunció que la empresa Trioxa se conformó sin si quiera informarles a los transportistas, paras decidir si se adherían a ella, es decir, que de un momento a otro irrumpieron en el recorrido con el permiso de Semovi.
DAMG/ DPC