MÉRIDA, YUCATÁN.- Los candidatos José Antonio Meade y Ricardo Anaya, durante el tercer debate presidencial, concentraron sus ataques en su oponente, Andrés Manuel López Obrador, al implicarlo en casos de corrupción, señalarlo de pactar con el presidente Enrique Peña Nieto y alertar que de ganar, aumentaría la pobreza.
Como antelación al debate, en Youtube apareció un video de más de tres horas donde supuestamente se presentan pruebas adicionales que implican al candidato Anaya en un presunto acto de lavado de dinero.
Los primeros dardos los lanzó Meade (PRI, PVEM y NA) al señalar a López Obrador (Morena, PT y PES) como un gobernante corrupto y criticar su plan de política social, pues, dijo, incrementaría 30% los índices de pobreza.
Durante el intercambio de ideas sobre educación, el tabasqueño reiteró su propuesta de dar marcha atrás a la reforma educativa. “Cancelar la reforma es cancelar el futuro de tus hijos”, le respondió Meade; mientras Anaya dijo que sería criminal echar para atrás ese avance.
Posteriormente, Meade anunció que pedirá al INE investigar el fideicomiso desde donde Morena entregó más de 130 millones de pesos a damnificados de los sismos.
Ante los dardos en su contra, López Obrador dijo: “Está muy desesperado Meade, qué culpa tengo de que estén empatados hasta abajo, piensan que aquí en el debate van a remontar los 30 puntos que les llevo (en las preferencias electorales)”.
Casi a la mitad del debate, vino el primer intercambio de ataques entre el aspirante del PAN, PRD y MC y Meade. “El único que tiene un proceso abierto es Anaya”.
Ello derivó en un cruce de acusaciones donde Meade dijo a Anaya que le llegaría una acusación penal sobre el caso de lavado y el frentista contraatacó al implicarlo en casos de corrupción, como la llamada Estafa maestra y Odebrecht. “Si gano la elección, tú José Antonio y tu jefe van a enfrentar la justicia”.
En el último bloque, arreciaron los ataques contra el morenista. Anaya lo acusó de tener un pacto con el presidente Enrique Peña Nieto y de contar con un empresario favorito que obtuvo contratos sin licitación, José María Riobóo, punto que no respondió López Obrador.
El morenista respondió: “Mi fuerte no es la venganza, ni a ti (Anaya) te voy a meter a la cárcel”, ante la insistencia de que el frentista sí castigaría casos como la Casa Blanca. Y calificó a sus dos rivales como los padres del gasolinazo.
El candidato independiente, Jaime Rodríguez, preguntó a AMLO si en su cartera traía una foto de Elba Esther Gordillo; le pidió a Anaya que le diera un beso a uno de sus rivales y dijo que los tres candidatos con partido se pelean porque son lo mismo.
Sin dar respuestas a ciudadanos
El tercer debate careció de propuestas y de respuestas a los ciudadanos, afirmaron especialistas consultados por 24 HORAS.
Salvador Rivas Aceves, doctor en Economía por la Universidad Panamericana (UP), destacó que ninguno de los cuatros candidatos dio respuesta a la pregunta de dónde sacarán los recursos para mantener los programas sociales que proponen y reiteran una mayor intervención del gobierno en los ámbitos de la economía, educación, salud y ciencia y tecnología.
“Los candidatos hablaron sobre incremento a salarios y disminución de impuestos; y estos dos temas generan procesos inflacionarios si no están acompañados de políticas productivas y de desarrollo industrial”, dijo.
En educación, Rivas Aceves se- ñaló que no hubo propuestas claras sobre el modelo educativo tales como métodos de aprendizaje e introducción de la tecnología, y sólo se limitaron unos a defender y otros a denostar la reforma educativa.
En tanto, Julio Jiménez Martínez, catedrático de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle, opinó que los presidenciables siguen sin presentar propuestas claras y puntuales, y se “desgastan en dimes y diretes, en acusaciones infundadas y pierden tiempo valioso para presentar propuestas”.
Ambos académicos coincidieron en que el panista Ricardo Anaya fue el vencedor en este tercer debate al ser más claro y contundente en sus propuestas, y el morenista Andrés Manuel López Obrador evidenció su desconocimiento esencial de la economía. / Alejandro Granados
JNO