MADRID.- El Tribunal Supremo español condenó ayer a Iñaki Urdangarin, cuñado del rey Felipe VI, a 5 años y 10 meses de cárcel por un caso de corrupción, lo que supone una reducción de la pena inicial impuesta de 6 años y 3 meses, pero puede ingresar a prisión.
El Tribunal revisó las condenas dictadas en primera instancia contra acusados del denominado “caso Nóos” por el desvío de varios millones de euros de dinero público a una fundación sin fines de lucro presidida por Urdangarin.
La pena implica el ingreso en prisión de Urdangarin, que solo podría evitarla si la Audiencia de Palma decidiera no enviarle a la cárcel en atención a lo que pudiera hacer el Tribunal Constitucional en caso de admitir un recurso amparo.
Sin embargo, dada la pena impuesta, es poco probable que el Tribunal suspendiera el ingreso en prisión, según fuentes jurídicas, por lo que sería el primer familiar de un rey de España que entra en la cárcel.
Por lo pronto, Urdangarin permanecerá en libertad condicional con obligación de comparecer el día 1 de cada mes ante la autoridad judicial en su país de residencia, actualmente Suiza.
El 17 de febrero de 2017 Iñaki Urdangarin fue condenado a 6 años y 3 meses de cárcel por varios delitos sobre corrupción en el que su esposa, la infanta Cristina de Borbón – hermana del monarca -, fue absuelta de la acusación de colaboración en un delito fiscal.
La condena al cuñado de Felipe VI es por malversación, prevaricación, fraude a la Administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias y la rebaja respecto a la primera instancia es que el Supremo le absuelve del delito de falsedad en documento público cometido por funcionario, al entender que no ha quedado probada su intervención.
A la espera de esta decisión del Supremo conocida hoy, a Urdangarin, ex jugador internacional de balonmano, la Justicia le permitió permanecer en libertad condicional con obligación de comparecer el día 1 de cada mes ante la autoridad judicial en su país de residencia, actualmente Suiza.
En el “caso Nóos” se investigó el desvío de más de seis millones de euros procedentes de fondos públicos entre 2003 y 2006 al Instituto Nóos, entidad sin fines de lucro que Urdangarin dirigió con su socio, Diego Torres.
JNO