Foto: Cuartoscuro Este felino vive en 18 de los 21 países latinoamericanos  

El segundo Censo Nacional del Jaguar 2018 reveló hoy que México tiene una población de 4.800 jaguares en vida silvestre, lo que representa un aumento de 20% respecto a los datos reportados en 2010.

 

A través de un comunicado, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) reconoció que las cifras son alentadoras, ya que el país cuenta con una de las poblaciones de jaguares más amenazadas de Latinoamérica.

 

Este felino vive en 18 de los 21 países latinoamericanos y, de acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), solo quedan 64 mil ejemplares en vida silvestre, estando 90% de ellos en la Amazonía.

 

De acuerdo con el doctor Gerardo Ceballos, investigador del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), este incremento se debe principalmente a la implementación desde 2005 del programa de conservación del jaguar, la participación de la sociedad civil e instituciones académicas y al aumento de la superficie de cobertura forestal.

 

A estas razones agregó, durante su participación en el “Simposio Internacional de Ecología y Conservación de Jaguar y otros Felinos Neotropicales”, el esfuerzo de las instituciones para realizar un mayor muestreo con respecto al censo de 2010.

 

El subdirector de Crossmedia & Content de Telcel, Marcos Linares, afirmó que “es claro que el apoyo que hemos brindado al estudio de la ecología y conservación del jaguar desde 2005 está dando resultados positivos. Demuestra que acciones consistentes pueden parar y revertir el decrecimiento en sus poblaciones”.

 

El jaguar mexicano rara vez supera los 60 kilogramos, aunque esta clase de felino -que se alimenta de pecaríes, venados, tepezcuintles, armadillos, monos y cocodrilos- puede sobrepasar los 100.

 

La directora de conservación de WWF México, María José Villanueva, aseguró que el jaguar es un felino prioritario por ser una especie paraguas, cuya conservación beneficia a la rica biodiversidad latinoamericana.

 

Reforzando este argumento, el vicepresidente de la Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar, Heliot Zarza, explicó que “la presencia del jaguar asegura el funcionamiento de los ecosistemas, al regular las poblaciones de herbívoros, además de ser un indicador del buen estado de salud de los ecosistemas”.

 

El censo, que fue coordinado por el Instituto de Ecología de la UNAM, con apoyo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y de la Alianza WWF y Fundación Telmex Telcel, consistió en colocar 396 cámaras trampa en 11 sitios distintos de la geografía mexicana.

 

DAMG