A cuatro meses de la llegada de Carlos Aguiar Retes al Arzobispado de México y de los cambios que ha implementado, principalmente en el área de comunicación, éstos han generado disgustos y ataques de sacerdotes de la Arquidiócesis en contra del cardenal.
Para Jorge Traslosheros, del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, ello se debe a las reformas que ha realizado Aguiar, como la consulta para la división de la Arquidiócesis de México en distintas diócesis; la reforma a la formación de los sacerdotes en los seminarios, el acuerdo con la Red de Sobrevivientes de Abusos Sexuales (SNAP, por sus siglas en inglés), la cual busca evitar estos casos; y la creación de una coordinación de comunicación centralizada, encabezada por Marilú Esponda como directora de Comunicación.
“Carlos Aguiar está metiendo orden en la Arquidiócesis y eso afecta intereses. El interés que primeramente afectó es el de todo un séquito de poder que tenía el padre Hugo Valdemar (ex vocero de la Arquidiócesis con Norberto Rivera); digamos las cosas con su nombre. Eso los tiene muy molestos”, dijo en una entrevista con 24 HORAS.
Para el doctor en estudios eclesiásticos de la UNAM, es importante destacar que “es una pequeña minoría, pero son muy vociferantes. Tiene un medio de salida que realmente es muy secundario, pero que ha aprovechado para llamar la atención a través del Centro Católico Multimedial (CCM)”.
El CCM, en la editorial Los 100 días del Cardenal Carlos Aguiar Retes, publicada el 12 de mayo pasado, hizo señalamientos al trabajo del prelado por “imponer sin dialogar y alejarse del presbiterio”. Incluso, refirió que no tiene el camino allanado como se creía.
“Su tiempo será muy breve, por eso impone meter el acelerador. Si desea que sus cambios lleguen a buen puerto, debe escuchar primero a sus colaboradores más cercanos, el presbiterio, y adoptar más la cercanía del pastor”.
Según Traslosheros, “en el momento en que Aguiar empieza a tomar una serie de medidas, ellos son los únicos que han chillado. Significa que ahí estaba el grupo de interés que se ha visto afectado por esta reforma, principalmente en términos de comunicación. Les molesta muchísimo esta política del cardenal de abrirse al diálogo con todos los sectores; no lo soportan; es algo que está más allá de ellos”.
Por su parte, Pablo Mier y Terán consultor en comunicación, celebró que el cardenal tome medidas de apertura en la Iglesia, y una muestra de ello, destacó, es haber nombrado a Esponda como directora de comunicación.
“Es una persona bien capacitada con estudios de comunicación, con una maestría, con cursos de teología. Es una persona fresca, con ideas nuevas. Yo celebro, como muchos compañeros de comunicación, que esté tomando esas medidas de apertura, sobre todo después de un período donde no hubo esa apertura y esa claridad total, donde también pudo perder gente sus cotos de poder; sus privilegios y por eso están molestos”, señaló.
Se están cocinando cambios; los tiempos de la Iglesia nunca son los tiempos políticos, son los tiempos propiamente de la Iglesia
Jorge Traslosheros
Doctor en estudios eclesiásticos de la UNAM