Confirmado. Morena y su propietario Andrés Manuel, fieles al sistema, se tropezaron con su propio discurso. No sólo no están en contra de la corrupción, sino que la motivan y alientan. En cadena nacional fueron exhibidos los “gastos” con dinero público de Layda Sansores, su candidata a la alcaldía de Álvaro Obregón, quien facturó al Senado más de 700 mil pesos en enseres de uso personal como tintes para el pelo, electrodomésticos, maquillaje, vestidos de diseñador y hasta donas cargadas al erario, por mencionar sólo algunos productos de una larga lista.
El tema no es trivial, y fue tan revelador que el propio Peje salió a “defender” las compras arguyendo guerra sucia. Golpe a su discurso ante lo evidente. Lo que hay que hacer notar es que la guerra que él invoca viene de sus propias entrañas, de sus propios seguidores y candidatos, lo que demuestra que su sola presencia no acaba con la corrupción, una vez más hay que decirlo, la alienta y la estimula.
Las respuestas en el propio partido de su propiedad son contradictorias. Mientras que para la candidata designada por Andrés para la Jefatura de Gobierno, Claudia Sheinbaum, la revelación “es una terrible calumnia”, para Gerardo Esquivel, otro de sus seguidores, “lo de Layda Sansores es la punta del iceberg del dispendio de recursos públicos”, -y remata- “debe combatirse la cultura del despilfarro en todos los niveles”. ¿A quién creerle?
En ese partido que replica los peores vicios del sistema y que busca preservarlos, hay versiones encontradas ante un mismo evento que públicamente los evidenció. Aunque no hay que olvidar que la única voz que cuenta es la de su propietario. Éstos son los problemas que manchan y ponen en entredicho la credibilidad de la política, los que motivan el enojo social, los que pretenden anteponer los privilegios sólo para unos cuantos, los que demuestran que su discurso contra la corrupción es una falacia y evidencian que su único objetivo es mantener el statu quo. Todo sea por unos tintes para el pelo, ropa de marca y enseres domésticos para uso personal. Quién dijera…
En este último tramo de las campañas electorales, Andrés y sus candidatos finalmente se muestran cómo son naturalmente: falsos de discurso y con el estigma de la corrupción muy adherido a su piel. No, el fenómeno no es nuevo; sólo se reitera lo ya sabido: son lobos con piel de PES–Morena.
Buenas noticias. No quiero dejar pasar esta oportunidad para felicitar al Seleccionado Nacional por su triunfo contra Alemania en el Mundial de futbol. Con un extraordinario gol del Chucky Lozano se alentó el espíritu mexicano. Bien por los seleccionados y toda la buena vibra para su próximo encuentro contra Corea del Sur. ¡Vamos por la victoria!