FOTO: REUTERS Bajo la lupa. La esposa del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, es acusada de pagar con fondos públicos caras comidas y servicios privados de chef  

JERUSALÉN.- Sara Netanyahu, la esposa del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, será juzgada por “fraude sistemático”, al haber presuntamente ocultado información y pagado con fondos públicos caras comidas y servicios privados de chef, mientras había un cocinero de servicio en la residencia oficial.

Según la Fiscalía, la acusada gastó 85 mil euros en tres años (2010- 2013) en comidas de restaurantes de lujo que no deberían haber sido cargadas al erario público, y lo hizo en connivencia con Ezra Saidof, un funcionario que falsificó documentos y ayudó a hacer ver que no había servicio de cocina disponible cuando sí lo había.

Las negociaciones de los últimos meses entre los abogados de Netanyahu y los fiscales de la Corte Superior de Justicia de Jerusalén y de la Fiscalía General del Estado no avanzaron, a pesar de que estos le ofrecieron reconocer su error y devolver parte del dinero para evitar ir a juicio.

Ella se negó, por lo que ahora tendrá que probar su inocencia en un tribunal.

Netanyahu y Saidof son acusados de fraude, ruptura de confianza y recepción fraudulenta de bienes, y él –ex director general de la Oficina del Primer Ministro-, también se enfrenta al cargo de falsedad documental por parte de funcionario público.

La imputación a Sara llega tras meses de escándalos e interrogatorios tanto a ella como a su esposo, considerado sospechoso por la Policía en al menos dos casos de supuesta corrupción.

La esposa de Netanyahu, psicóloga infantil de profesión, ha sido acusada varias veces de maltrato por parte de exempleados, y el Estado ha sido condenado -como empleador- a indemnizar a un trabajador de la Residencia que sufrió trato degradante y abusos.