Por cada 10 mil exposiciones en prácticas y partidos, los futbolistas presentan 28 contusiones. Aunque la cifra es menor comparada con quienes practican fútbol americano, hay casos en que estas lesiones obligan a un retiro prematuro.
Uno de los principales retos que enfrentan los médicos es la presión de los jugadores y cuerpo técnico para que el futbolista regrese lo antes posible a la cancha, explicó David Braunreiter, especialista en ortopedia del Houston Methodist Hospital.
El tiempo de convalecencia del jugador es importante para una buena recuperación de su salud, ya que “el tiempo mínimo para que un jugador se recupere de los síntomas de una contusión es al menos de una semana”, aseguró.
Entre las lesiones que obligan a que un jugador se retire prematuramente de las canchas, se encuentran una fractura de tobillo, una dislocación de rodilla o una contusión cerebral, compartió el experto.
El problema, subrayó, es que muchas veces cuando un jugador se pega en la cabeza, no siempre pierde la conciencia, ni se siente desorientado.
Sus reflejos parecen normales y se le permite continuar en el juego a pesar de que puede haber un problema enmascarado, advirtió David Braunreiter.
Prevenir las contusiones resulta imprescindible, enfatizó, pero ya que el futbol es un deporte donde la continuidad es fundamental, llevar esto a cabo es complicado.