Estamos a unos días del 1° de julio, cuando 89 millones de mexicanos tendremos la oportunidad de ir a las urnas y dar nuestro sufragio. Se estima que poco más de 60% sí irá a las urnas, y es muy probable que sea un voto histórico.
¿Por qué esperamos un voto histórico?
Porque hoy más que nunca, incluyendo a la elección de 2006 muy cerrada, las posiciones se encuentran muy polarizadas. Sin embargo, hoy, tanto la coalición Por México al Frente -Partido Acción Nacional (PAN), el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC)- como Todos por México -Partido Revolucionario Institucional (PRI), Nueva Alianza (Panal) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM)- mantienen una disputa por el “voto útil”, que al final podría llevar a darle una verdadera pelea a la coalición Juntos Haremos Historia -de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el Partido Encuentro Social (PES) y el Partido del Trabajo (PT).
Hasta ahora las encuestas mantienen a esta última coalición adelante. Sin embargo, consideramos que el nivel de rechazo a ser encuestado y a la duda para dar el voto útil es de prácticamente 50% del electorado, mientras que los indecisos alcanzan 20%, en promedio.
Por esta razón, consideramos que habrá una presencia en las urnas que será sorprendente. México se encuentra en un momento de gran definición. El esfuerzo de los mexicanos en los últimos 25 años por mantener un país con crecimiento económico saludable no puede perderse por el riesgo político y la posición intransigente de unos pocos que quieren seguir teniendo el poder. México es mucho más grande y fuerte de lo que vemos.
Como ciudadanos exigimos que cualquier político con una toma de decisión en materia económica, política y/o social trabaje honradamente. Que ganen buenos salarios, pero que tengan total transparencia.
Que también se trabaje por recuperar la seguridad que la sociedad merece. No es posible que intereses de pequeños grupos o personas sobrepasen a las leyes y al propio gobierno. Significan acuerdos y corrupción, sin duda. Este punto también tiene que ver con la impunidad, en donde no se castiga a nadie, o los propios intereses sobrellevan a acciones fuera de la ley.
Los mercados se han mostrado más estables en junio. El peso mexicano se ubica en 19.97 a nivel interbancario a la venta, depreciándose 0.09% con respecto al cierre de mayo.
La Bolsa ha recuperado 5.03% en lo que va del mes, aunque con una operatividad baja como parte de un proceso cauteloso de los inversionistas. Aun así, en el año, la Bolsa pierde 4.95%.
Si vemos, la sociedad y los inversionistas estamos listos y atentos a la expectativa del resultado electoral. Llegará julio y todo deberá de irse normalizando. Gane quien gane deberá de buscar la reconciliación y, de verdad, trabajar por un México mejor, porque la sociedad lo merece.
En caso de un triunfo de la izquierda, es muy probable que el Banxico tenga una mayor actividad, con la idea de buscar estabilizar cualquier movimiento especulativo. En su caso, este gobierno deberá de tratar de regresar la confianza y asegurar que el riesgo de un cambio de modelo económico sea a su mínima expresión.
En caso de ganar Ricardo Anaya o José Antonio Meade, les pedimos trabajar en favor del país como lo vienen prometiendo para regresar la confianza en materia de una verdadera anticorrupción, seguridad y el retorno al marco jurídico, que se elimine la impunidad y se castigue a quienes quieran seguirse aprovechando del poder de decisión que se les ha encomendado.