Los restos del dictador español Francisco Franco serán previsiblemente exhumados en julio de la tumba del conocido como Valle del los Caídos, donde fue enterrado tras su fallecimiento en 1975, según indicó hoy el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez.
En una reciente entrevista en televisión, Sánchez se comprometió a trasladar los restos del dictador fuera de ese conjunto monumental, situado a unos cuarenta kilómetros de Madrid y símbolo del franquismo, para convertirlo en un centro de homenaje a las víctimas y de reconciliación, aunque no concretó cuándo.
Qué hacer con el Valle de los Caídos es motivo frecuente de discusiones políticas en España, porque se trata de un lugar que recuerda los tres años de Guerra Civil (1936-39) y, para muchos, la dura posguerra, ya que sus obras de construcción en los años 40 y 50 contaron con los trabajos forzosos de presos republicanos.
Franco (1892-1975) supervisó personalmente el emplazamiento y la construcción de ese lugar, que cuenta con una abadía benedictina, una basílica y un enorme osario donde están los restos de más de 30.000 muertos republicanos y franquistas de la guerra.
La vía para trasladar los restos del dictador español será, previsiblemente, una reforma de la Ley de Memoria Histórica, que el aprobó el Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011).
Así lo sugirió la semana pasada la ministra española de Justicia, Dolores Delgado, quien confirmó que su departamento ha iniciado un “estudio jurídico profundo” para dar “respuesta legal” a la exhumación.
El socialista Pedro Sánchez fue elegido presidente del Gobierno el 1 de junio tras ser aprobada una moción de censura contra el conservador Mariano Rajoy (PP, centroderecha) y su Gabinete entró en funcionamiento el pasado día 7.
El tema del Valle de los Caídos fue llevado hace unos días a una reunión de la dirección del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), cuyo secretario general es también Sánchez.
Sin embargo, los conservadores, encabezados por el PP discrepan de esa medida ya que consideran que no es una preocupación que tengan en estos momentos los españoles y que, en todo caso, puede general “confrontación” y división social.
TFA